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Esdras 4:20 - Biblia Torres Amat 1825

20 Porque hubo en Jerusalén reyes poderosísimos, que han dominado todo el país de la otra parte del río Eufrates, los cuales exigían tributos y alcabalas, y otros derechos.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

20 y que hubo en Jerusalén reyes fuertes que dominaron en todo lo que hay más allá del río, y que se les pagaba tributo, impuesto y rentas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

20 Reyes poderosos han gobernado Jerusalén y toda la provincia al occidente del río Éufrates, y han recibido tributos, derechos aduaneros y peajes.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

20 Poderosos reyes reinaron en Jerusalén en la provincia más allá del Río, a los que se les pagaba tributo, impuestos y peaje.

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La Biblia Textual 3a Edicion

20 y que en Jerusalem hubo reyes fuertes que dominaban toda la región de Más Allá del Río y que se les pagaban tributos, contribuciones e impuestos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 Hubo en Jerusalén reyes poderosos que reinaron en todo el territorio de la Transeufratina, a los que se pagaban tributos, impuestos y gabelas.

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Esdras 4:20
23 Referans Kwoze  

Entonces el Señor firmó alianza con Abram, diciendo: A tu posteridad daré esta tierra desde el río del Egipto o Nilo hasta el grande río Eufrates.


Extendíase el dominio de Salomón sobre todos los reinos del país de los filisteos, desde el río Eufrates hasta las fronteras de Egipto, los cuales le traían presentes, y le estuvieron sujetos todo el tiempo que vivió.


Porque era el señor de todo el país de la otra parte del río, desde Tafsa hasta Gaza, y de todos los reyes de aquellas regiones; y estaba en paz con todos los confinantes de las fronteras.


Además de eso, Hiram, rey de Tiro, envió sus embajadores a Salomón , habiendo sabido que le habían ungido rey en el lugar de su padre; porque Hiram había sido siempre amigo de David.


Mas ahora el Señor mi Dios, me ha dado reposo por todas partes, y no tengo enemigo ni obstáculo alguno.


Y puso guarnición en la Idumea, a fin de que estuviese sujeta a David; y salvó el Señor a David en todas las expediciones que emprendió.


Por este mismo tiempo venció también David a Adarecer, rey de Soba, en el país de Hemat, cuando éste salió a campaña para extender su imperio hasta el río Eufrates.


Y puso guarnición en Damasco para que también la Siria le estuviese sujeta y le pagase tributo. En todas sus empresas le asistió el Señor con su auxilio.


Entonces los vasallos de Adarecer, viéndose vencidos por Israel, se pasaron a David, y se sujetaron a su imperio. Con esto la Siria nunca más quiso dar socorro a los amonitas.


Y aun los mismos filisteos ofrecían presentes a Josafat, y le pagaban un tributo en dinero; los árabes también le traían ganados, siete mil setecientos carneros, y otros tantos machos cabríos.


sin contar la suma con que solían contribuir los diputados de diferentes naciones, y los comerciantes, y todos los reyes de Arabia, y los sátrapas de las provincias, los cuales llevaban oro y plata a Salomón .


Advierte, pues, oh rey, que si esta ciudad se reedifica y se reparan sus muros, no pagarán ya más tributo, ni alcabalas, ni rentas anuales, y el daño llegará hasta los reyes.


Nosotros aseguramos al rey que si esta ciudad se reedifica y vuelven a levantarse los muros, no tendrás dominio alguno a la otra parte del río.


He dado luego mis órdenes para que se registrasen los anales, y se ha hallado que esa ciudad ya de tiempos antiguos se rebela contra los reyes, y levanta sediciones y guerras.


Ahora, pues, oíd nuestra decisión: Prohibid a esa gente la reedificación de dicha ciudad, hasta tanto que yo quizá mande otra cosa.


También os notificamos que no tenéis potestad de imponer alcabala, ni tributo, ni otras cargas a ninguno de los sacerdotes, y levitas, y cantores, y porteros, y natineos, y sirvientes de la casa de este Dios.


Y dominará de un mar a otro, y desde el río hasta el extremo de la tierra.


¡Cómo ha quedado solitaria la ciudad antes tan populosa! La señora de las naciones ha quedado como viuda desamparada; la soberana de las provincias es ahora tributaria.


Y sus fuertes varas vinieron a ser cetros de soberanos, y se elevó su tronco en medio de las ramas; y se vio ensalzada con sus sarmientos.


Partido de aquí Jesús , vio a un hombre sentado en el lugar donde cobraba los impuestos para Roma, llamado Mateo, y le dijo: Sígueme; y él levantándose, le siguió.


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