Esdras 4:12 - Biblia Torres Amat 182512 Sepas, oh rey, que los judíos que partieron de ahí para acá, han llegado a Jerusalén , ciudad rebelde y malvada, la cual están reedificando, y levantando sus murallas y reparando las paredes. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 196012 Sea notorio al rey, que los judíos que subieron de ti a nosotros vinieron a Jerusalén; y edifican la ciudad rebelde y mala, y levantan los muros y reparan los fundamentos. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente12 »El rey debería saber que los judíos que llegaron a Jerusalén de Babilonia están reconstruyendo esa ciudad rebelde y malvada. Ya han echado los cimientos y pronto terminarán sus murallas. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)12 Debe saber el rey que los judíos que se vinieron de tu lado hasta nosotros llegaron a Jerusalén. Reconstruyeron esa ciudad rebelde y malvada, están levantando de nuevo las murallas y reparando sus cimientos. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion12 sea notorio al rey que los judíos que subieron de ti, han venido a nosotros a Jerusalem y están reedificando la ciudad rebelde y malvada, y han terminado los muros y están colocando los cimientos. Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 197512 Llegue a conocimiento del rey que los judíos que partieron de tu lado hacia nosotros vinieron a Jerusalén y están reedificando esa rebelde y malvada ciudad; quieren levantar sus murallas y ya han echado los cimientos. Gade chapit la |
A fin de que tú, señor, hagas registrar los libros de las historias de tus predecesores, en cuyos anales hallarás escrito y verás que la ciudad es una ciudad rebelde y enemiga de los reyes y de las otras provincias, y cómo ya de tiempos antiguos se fraguan en ella las rebeliones, por lo cual dicha ciudad fue ya arruinada.
Entonces Amán fue y dijo al rey Asuero: Hay un pueblo esparcido por todas las provincias de tu reino, gentes separadas unas de otras, que observan leyes y ceremonias desconocidas, y lo que es más, desprecian las órdenes del rey; y tú sabes muy bien no ser conveniente a tu reino tolerar su insolencia.