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Efesios 6:17 - Biblia Torres Amat 1825

17 Tomad también el yelmo de la salud; y empuñad la espada espiritual o del espíritu (que es la palabra de Dios);

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Pónganse la salvación como casco y tomen la espada del Espíritu, la cual es la palabra de Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Por último, usen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, o sea, la Palabra de Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 y aceptad° el yelmo de la salvación° y la espada° del Espíritu, que es la palabra de Dios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Tomad el casco de la salvación y la espada del Espíritu, o sea, la Palabra de Dios.

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Efesios 6:17
20 Referans Kwoze  

Tú me has cubierto, Señor, con el escudo de tu protección, y tu benignidad me ha engrandecido.


E hizo mi boca o mis palabras como una aguda espada; bajo la sombra de su mano me cobijó; e hizo de mí como una saeta bien afilada, y me ha tenido guardado dentro de su aljaba.


Se armó de la justicia como de una coraza, y se puso en la cabeza el yelmo de la salud; la venganza es el ropaje con que se viste, y el celo es el manto con que se cubre.


Por esto por medio de mis profetas os acepillé, o castigué, con las palabras amenazadoras salidas de mi boca, con las cuales les he acarreado la muerte. Así tu condenación aparecerá clara como la luz.


Entonces me respondió él, y me dijo: Esta es la palabra que el señor dice a Zorobabel: No ha de ser por medio de un ejército, ni con la fuerza, sino por la virtud de mi espíritu, dice el Señor de los ejércitos.


Mas Jesús le respondió: Escrito está: No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra o disposición que sale de la boca de Dios.


Le replicó Jesús : También está escrito: No tentarás al Señor tu Dios.


para santificarla, limpiándola en el bautismo de agua con la palabra de vida,


porque no nos ha puesto Dios para blanco de venganza, sino para hacernos adquirir la salud por nuestro Señor Jesucristo,


No hay criatura invisible a su vista; todas están desnudas y patentes a los ojos de este Señor, de quien hablamos.


y que después de todo esto han caído; es imposible, digo, que sean renovados por la penitencia, puesto que cuanto es de su parte crucifican de nuevo en sí mismo al Hijo de Dios, y le exponen al escarnio.


Y así que le vi, caí a sus pies como muerto. Mas él puso su diestra sobre mí, diciendo: No temas. Yo soy el primero y el último, o principio y fin de todo;


Por tanto, regocijaos, ¡oh cielos, y los que en ellos morais! ¡Ay de la tierra y del mar!, porque el diablo bajó a vosotros, arrojado del cielo, y está lleno de furor, sabiendo que le queda poco tiempo.


Y de la boca de él salía una espada de dos filos, para herir con ella a las gentes. Y él las ha de gobernar con cetro de hierro; y él mismo pisa el lagar del vino del furor de la ira del Dios omnipotente.


El que tiene oído, escuche lo que dice el Espíritu a las iglesias: Al que venciere le daré yo a comer un maná recóndito, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita esculpido un nombre nuevo, que nadie lo sabe, sino aquel que le recibe.


Traía en su cabeza un morrión de bronce, e iba vestido de una coraza escamada, del mismo metal, que pesaba cinco mil siclos.


Y le dijo Saúl: Oh joven, ¿de qué familia eres? Y respondió David: Soy el hijo de vuestro siervo Isaí, natural de Betlehem.


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