Efesios 2:21 - Biblia Torres Amat 1825

²¹ sobre quien trabado todo el espiritual edificio se alza para ser un templo santo del Señor.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

²¹ en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor;

Biblia Nueva Traducción Viviente

²¹ Estamos cuidadosamente unidos en él y vamos formando un templo santo para el Señor.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²¹ En él se ajustan los diversos elementos, y la construcción se eleva hasta formar un templo santo en el Señor.

La Biblia Textual 3a Edicion

²¹ en quien, bien trabado todo edificio,° crece hasta llegar a ser un templo santo en el Señor;

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²¹ en el cual toda construcción, bien ajustada, crece hasta formar un templo santo en el Señor;

Efesios 2:21 Referans Kwoze

1 Reyes 6:7

La construcción de la casa del Señor se hizo de piedras labradas de antemano; sin que, durante la obra de la casa del Señor, se oyese en ella ruido de martillo, ni de hacha, o azuela, ni de ninguna otra herramienta.

Salmos 93:5

Tus testimonios se han hecho en extremo creíbles. La santidad debe ser, Señor, el ornamento de tu casa por todos los siglos.

Ezequiel 42:12

Las cuales eran como las puertas de las cámaras que estaban al mediodía, tenían una puerta en la cabeza del pasadizo, y este pasadizo estaba delante del pórtico separado para quien venía del lado oriental.

1 Corintios 3:9

Porque nosotros somos unos coadjutores de Dios; vosotros sois el campo que Dios cultiva, sois el edificio que Dios construye por nuestras manos.

2 Corintios 6:16

¿O qué consonancia entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois templo de Dios vivo, según aquello que dice Dios: Habitaré dentro de ellos, y en medio de ellos andaré, y yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.

Colosenses 2:19

y no estando unido con la cabeza, que es Jesucristo, de la cual todo el cuerpo alimentado y organizado por medio de los nervios y junturas va creciendo por el aumento que es de Dios.

1 Timoteo 3:15

Y es ciertamente grande a todas luces el misterio de la piedad, o amor divino, en que el Hijo de Dios se ha manifestado en carne mortal, ha sido justificado por el Espíritu Santo, ha sido visto de los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, elevado a la gloria.