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Eclesiastés 7:20 - Biblia Torres Amat 1825

20 porque no hay hombre justo en la tierra que haga el bien y no peque jamás.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

20 Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

20 No hay una sola persona en la tierra que siempre sea buena y nunca peque.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

20 No hay en la tierra ningún hombre lo bastante justo como para hacer el bien sin nunca pecar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

20 Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 Por cierto, no existe en la tierra hombre tan justo que haga el bien y nunca peque.

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Eclesiastés 7:20
16 Referans Kwoze  

Que si pecaren contra ti, (pues no hay hombre que no peque) y airado los abandonares en poder de sus enemigos, y fueren llevados cautivos a tierra enemiga, lejos o cerca de aquí,


Que si los hijos de tu pueblo pecaren contra ti (pues no hay hombre que no peque), y enojado tú contra ellos los entregares en manos de los enemigos, los cuales los llevaren cautivos lejos o cerca;


En esto, oh Job, no te has mostrado justo; yo te responderé que Dios es mayor que el hombre.


Si te pones a examinar, Señor, nuestras maldades, ¿quién podrá subsistir, ¡oh Señor!, en tu presencia?


Dijo en su corazón el insensato: No hay Dios. Los hombres se han corrompido, y se han hecho abominables por seguir sus pasiones; no hay quien obre bien, no hay uno siquiera.


Todos se han extraviado, todos a una se hicieron inútiles; no hay quien obre bien, no hay siquiera uno. Su garganta es un sepulcro destapado; con sus lenguas están forjando fraudes; debajo de sus labios hay veneno de áspides. Llena está su boca de maldición y de amargura; sus pies son ligeros para ir a derramar sangre. Todos sus procederes se dirigen a afligir y oprimir al prójimo; nunca conocieron el sendero de la paz; no hay temor de Dios ante sus ojos.


Mas no quieres entrar en juicio con tu siervo; porque ningún viviente puede aparecer justo en tu presencia.


¿Quién es el que decir pueda: mi corazón está limpio, puro soy de todo pecado?


Como ovejas descarriadas hemos sido todos nosotros; cada cual se desvió de la senda del Señor para seguir su propio camino, y a él sólo le ha cargado el Señor sobre las espaldas la iniquidad de todos nosotros.


Todos nosotros venimos a ser como un inmundo leproso, y como un sucio trapo todas nuestras obras de justificación; como las hojas de los árboles hemos caído todos, y nuestras maldades como un viento impetuoso nos han arrebatado y esparcido.


los mirará con atención el sacerdote; si hallare que un color blanquecino que tira a oscuro reluce en la piel, sepa que no es lepra, sino ciertas manchas de color blanquecino y que la persona está limpia.


porque todos pecaron, y tienen necesidad de la gloria o gracia de Dios,


Así como si metemos un freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, movemos su cuerpo a dondequiera.


Y se levantó Jonatás de la mesa lleno de indignación y de furor, y no comió bocado aquel día segundo de las calendas, apesadumbrado por causa de David, y por la afrenta recibida de su padre.


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