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Eclesiastés 5:13 - Biblia Torres Amat 1825

13 Hay todavía otra dolorosísima miseria que he visto debajo del sol: las riquezas atesoradas para ruina de su dueño;

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

13 Hay un mal doloroso que he visto debajo del sol: las riquezas guardadas por sus dueños para su mal;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 He notado otro gran problema bajo el sol: acaparar riquezas perjudica al que ahorra.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Perdió esa riqueza en un mal negocio, tiene un hijo y no tiene qué dejarle.

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 Hay un mal grave que he visto debajo del sol: riqueza guardada por su dueño para su propio perjuicio.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Pierde esas riquezas en un mal negocio y si le nace un hijo, nada tiene en sus manos para él.

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Eclesiastés 5:13
29 Referans Kwoze  

Con lo que recobró toda la riqueza, y a su hermano Lot con sus bienes, y también a las mujeres y demás gente.


Salió, pues, Lot, y habló a sus yernos que habían de casarse con sus hijas, y dijo: Levantaos, y salid de este lugar: porque va el Señor a asolar esta ciudad. Mas a ellos les pareció que hablaba como chanceándose y no quisieron salir.


Pero la mujer de Lot volviéndose a mi-rar hacia atrás, quedó convertida en estatua de sal.


Su apetito fue insaciable; y cuando llegare a tener cuanto codiciaba, no podrá gozar de ello.


Así que el camino o la conducta que siguen todos los avarientos, lleva arrebatadamente sus almas a la perdición.


La indocilidad causará a los ignorantes su perdición; y aquella que neciamente creen ser su felicidad, será su ruina.


Nada servirán las riquezas en el día de la venganza, mas la justicia librará de la muerte.


No te afanes por enriquecerte, antes bien pon coto a tu industria.


porque no siempre tendrás el poder o fuerza para hacerlo; pero recibirás por ello una corona eterna.


Un hombre solo que no tiene heredero, ni hijo ni hermano; y sin embargo no cesa de afanarse, ni se hartan de bienes sus ojos; ni le ocurre el preguntarse a sí mismo: ¿Yo para quién trabajo? ¿Y por qué me privo del uso de estos bienes? Vanidad es ésta también y aflicción grandísima del ánimo.


pues las ve desaparecer con terrible aflicción suya. El hijo que él engendró se verá reducido a la mayor miseria;


Todas estas cosas consideré, y apliqué mi espíritu a la meditación de cuanto se hace deba-jo del sol. Y observé que un hombre domina sobre otro hombre a veces para su propia desdicha.


Y se entrará por las aberturas de las rocas y por las cavernas de los peñascos; aterrado por el miedo del Señor y por la gloria de su majestad, cuando se levante para castigar la tierra.


Y ni la plata ni el oro podrán librarlos en aquel día de la ira del Señor, cuyo ardiente celo devorará toda la tierra; pues él a toda prisa exterminará a cuantos la habitan.


Hubo cierto hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino finísimo: y tenía cada día espléndidos banquetes.


Mas Zaqueo, puesto en presencia del Señor, le dijo: Señor, desde ahora doy yo la mitad de mis bienes a los pobres; y si he defraudado en algo a alguno, le voy a restituir cuatro tantos más.


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