destruyeron sus ciudades; llenaron de piedras, que cada uno echaba, los campos más fértiles; cegaron todos los manantiales de las aguas, y cortaron todos los árboles frutales; de suerte que solamente quedaron los muros de ladrillos o el castillo; mas la ciudad fue cercada por los honderos, y en gran parte derribada.
congregad el pueblo, purificad toda la gente, reunid los ancianos, haced venir los párvulos y los niños de pecho; salga del lecho nupcial el esposo, y de su tálamo la esposa.
No queráis, pues, defraudaros el derecho recíproco, a no ser por algún tiempo de común acuerdo, para dedicaros a la oración; y después volved a cohabitar, no sea que os tiente Satanás por vuestra incontinencia.
Al ponerse el sol mandó a los que le acompañaban que los quitaran de los patíbulos, y descolgados los echaron en la cueva donde se habían escondido, y pusieron sobre su boca grandes piedras, que permanecen hasta el presente.