11 Aun se engrandeció contra el príncipe de los ejércitos, y por él fue quitado el continuo sacrificio, y el lugar de su santuario fue echado por tierra.
11 Se llegó a engrandecer hasta contra el Príncipe de la milicia celestial. Por él fue quitado el continuo sacrificio, y el lugar de su Santuario fue echado por tierra.
Por medio de tus siervos has ultrajado al Señor y has dicho: Yo con todos mis carros de guerra he subido a las alturas de los montes, sobre las cordilleras del Líbano; y cortaré sus más empinados cedros y sus más robustos abetos; y llegaré a su más alta cima, y entraré en el bosque de su famoso Carmelo.
Pero tú, ¡oh Ezequías !, tendrás por señal esto que ahora oirás: Por este año come lo que de sí espontáneamente dará la tierra, en el segundo, mantente de las frutas; pero al tercero, sembrad y segad, y plantad viñas, y comed sus frutos.
Embriagadla con el cáliz de la ira de Dios, ¡oh caldeos!, pues se levantó contra el Señor; y vomite ella, y bata sus manos como desesperada, y sea también objeto de mofa.
Y con él ofrecerá también cada mañana la sexta parte de un efí de harina, y la tercera parte de un hin de aceite, para mezclarse con la harina, sacrificio del Señor según la ley, perpetuo y diario.
Y los brazos de los prevaricadores estarán de su parte, y contaminarán el santuario de la fortaleza, y quitarán el sacrificio perenne, y sustituirán la abominación de la desolación.
Y desde el tiempo en que sea quitado el sacrificio perpetuo, y sea entronizada en el templo la abominación de la desolación, pasarán mil doscientos noventa días.
sino que te has levantado contra el dominador del cielo, y has hecho traer a tu presencia los vasos sagrados de su santo templo, y en ellos has bebido el vino tú, y los grandes de tu corte, y tus mujeres, y tus concubinas; has dado también culto a dioses de plata, y de oro, y de cobre, y de hierro, y de madera, y de piedra, los cuales no ven, ni oyen, ni sienten; pero a aquel gran Dios, de cuyo arbitrio pende tu respiración y cualquier movimiento tuyo, a ése no le has glorificado.
Y él hablará mal contra el Excelso, y atropellará los santos del Altísimo, y se creerá con facultad de cambiar los tiempos de las solemnidades, y las leyes o ceremonias, y serán dejadas a su arbitrio todas las cosas por un tiempo, o año, y dos tiempos, y la mitad de un tiempo.
Y le fue dado poder contra el sacrificio perpetuo, a causa de los pecados del pueblo; y la verdad será abatida sobre la tierra; y él emprenderá cuanto se le antoje, y saldrá con su empresa.
y se afirmará su poder; mas no por sus fuerzas, sino por su astucia; y no es fácil figurarse cómo lo asolará todo, y hará cuanto se le antoje, y todo le saldrá bien; y quitará la vida a los esforzados israelitas, al pueblo de los santos,
según le pareciere, y tendrán éxito los dolos o maquinaciones que urdiere, y con esto se hinchará su corazón, y sobrándole todas las cosas, hará perecer a muchísimos, y se alzará contra el Príncipe de los príncipes; pero será aniquilado, no por obra de hombre.
Sábete, pues, y nota atentamente: Desde que salga la orden o edicto para que sea reedificada Jerusalén , hasta el Mesías príncipe, pasarán siete semanas, y sesenta y dos semanas; y será nuevamente edificada la plaza, o ciudad, y los muros en tiempos de angustia.
Parte morirán a filo de espada; parte serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta tanto que los tiempos de las naciones acaben de cumplirse.
Porque el que santifica, y los que son santificados, todos traen de uno su origen o la naturaleza humana. Por esta causa no se desdeña de llamarlos hermanos, diciendo:
Estos pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, siendo como es el Señor de los señores y el Rey de los reyes, y los que con él están son los llamados, los escogidos y los fieles.