25 Y él hablará mal contra el Excelso, y atropellará los santos del Altísimo, y se creerá con facultad de cambiar los tiempos de las solemnidades, y las leyes o ceremonias, y serán dejadas a su arbitrio todas las cosas por un tiempo, o año, y dos tiempos, y la mitad de un tiempo.
25 Y hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará, y pensará en cambiar los tiempos y la ley; y serán entregados en su mano hasta tiempo, y tiempos, y medio tiempo.
25 Desafiará al Altísimo y oprimirá al pueblo santo del Altísimo. Procurará cambiar las leyes de los santos y sus festivales sagrados y ellos quedarán bajo el dominio de ese rey por un tiempo, tiempos y medio tiempo.
25 Insultará al Altísimo, perseguirá a los santos del Altísimo, tratará de cambiar el calendario y la Ley; los santos quedarán sometidos a su poder por un tiempo, dos tiempos y la mitad de un tiempo.
25 Hablará palabras contra ‘Il•laya, y quebrantará a los santos de ‘Elyonin. Intentará cambiar los tiempos y la Ley, y serán entregados en su poder por un tiempo, dos tiempos y medio tiempo.
25 Proferirá palabras contra el Altísimo, hará perecer a los santos del Altísimo e intentará cambiar los tiempos y la ley. Entregarán a su poder los santos por un tiempo, dos tiempos y medio tiempo.
Por medio de tus siervos has ultrajado al Señor y has dicho: Yo con todos mis carros de guerra he subido a las alturas de los montes, sobre las cordilleras del Líbano; y cortaré sus más empinados cedros y sus más robustos abetos; y llegaré a su más alta cima, y entraré en el bosque de su famoso Carmelo.
Aquél regresará a su tierra con muchas riquezas, y su corazón estará siempre contra el testamento santo de Dios, y obrará contra Jerusalén , y se volverá a su tierra.
Y oí a aquel varón de las vestiduras de lino, que estaba en pie sobre las aguas del río, el cual habiendo alzado su diestra y su izquierda hacia el cielo, juró por aquel Señor que siempre vive, y dijo: En un tiempo, y en dos tiempos, y en la mitad de un tiempo. Y cuando se haya cumplido la dispersión de la muchedumbre del pueblo santo, entonces tendrán efecto todas estas co-sas.
Se acercó entonces Nabucodonosor a la boca del horno de fuego ardiente, y dijo: Sidrac, Misac y Abdénago, siervos del Dios Altísimo, salid fuera, y venid. Y luego salieron de en medio del fuego Sidrac, Misac y Abdénago.
Así queda resuelto por sentencia de los veladores o ángeles, y es cosa que han pedido los santos o justos, hasta que conozcan los mortales que el Altísimo tiene dominio sobre el reino de los hombres, y lo dará a aquel que bien le pareciere, y pondrá sobre él, si quiere, al más abatido de los mortales.
Te echarán de entre los hombres, y habitarás con las bestias y fieras, y comerás heno como si fueses buey, y serás bañado con el rocío del cielo; y así pasarán por ti siete tiempos, o años, hasta tanto que conozcas que el Altísimo tiene dominio sobre el reino de los hombres, y lo da a quien le parece.
y te echarán de entre los hombres, y habitarás con las bestias y fieras, heno comerás como el buey, y pasarán de esta manera por ti siete tiempos, o años, hasta tanto que conozcas que el Altísimo tiene dominio sobre el reino de los hombres, y lo da a quien le place.
e informarme asimismo acerca de las diez astas que tenía en la cabeza; y de la otra asta que le había comenzado a salir, al aparecer la cual habían caído las tres astas; y de cómo aquella asta tenía ojos y boca que profería cosas grandiosas, y era mayor que todas las otras.
Estaba yo contemplando las astas, cuando he aquí que despuntó por en medio de ellas otra asta más pequeña, y así que ésta apareció fueron arrancadas tres de las primeras astas; había en esta asta pequeña ojos como de hombre, y una boca que profería cosas grandes, o jactanciosas.
Y el Mesías afirmará su nueva alianza en una semana con muchos fieles convertidos; y a la mitad de esta semana cesarán las hostias y los sacrificios; y estará en el tiempo la abominación de la desolación; y durará la desolación hasta la consumación y el fin del mundo.
Quisieron volver a vivir sin el yugo de mi ley, se asemejaron a un arco falso. Perecerán sus príncipes al filo de la espada en castigo de su furiosa e impía lengua. Tal fue ya el escarnio que de mí hicieron en tierra de Egipto.
el cual se opondrá a Dios, y se alzará contra todo lo que se dice Dios, o se adora, hasta llegar a poner su asiento en el templo de Dios, dando a entender que es Dios.