Daniel 7:20 - Biblia Torres Amat 182520 e informarme asimismo acerca de las diez astas que tenía en la cabeza; y de la otra asta que le había comenzado a salir, al aparecer la cual habían caído las tres astas; y de cómo aquella asta tenía ojos y boca que profería cosas grandiosas, y era mayor que todas las otras. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 196020 asimismo acerca de los diez cuernos que tenía en su cabeza, y del otro que le había salido, delante del cual habían caído tres; y este mismo cuerno tenía ojos, y boca que hablaba grandes cosas, y parecía más grande que sus compañeros. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente20 También pregunté acerca de los diez cuernos que había en la cabeza de la cuarta bestia y por el cuerno pequeño que surgió después y destruyó a tres de los otros cuernos. Este cuerno parecía más grande que los demás y tenía ojos humanos y una boca que presumía con arrogancia. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)20 Quería saber qué eran esos diez cuernos que tenía en su cabeza, y el otro cuerno que había brotado y ante el cual habían caído tres de los primeros. Quería saber qué era ese cuerno con ojos y una boca que pronunciaba palabras insolentes y que parecía ser más importante que los demás. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion20 Asimismo acerca de los diez cuernos que tenía en su cabeza, y del otro cuerno que le había salido, ante el cual habían caído tres. Ese cuerno tenía ojos y una boca que hablaba grandes cosas, y su aspecto era más imponente que el de sus compañeros. Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 197520 y el sentido de los diez cuernos de su cabeza y del otro que despuntaba y ante el cual habían caído los tres primeros, el que tenía ojos y una boca que pronunciaba palabras grandilocuentes y cuya apariencia era mayor que la de los restantes. Gade chapit la |
Después de esto estuve yo contemplando la visión nocturna; cuando he aquí que apareció una cuarta bestia terrible y prodigiosa, y extraordinariamente fuerte; la cual tenía grandes dientes de hierro, comía y despedazaba, y lo que le sobraba, lo hollaba con los pies; mas no se parecía a las otras bestias que antes había yo visto, y tenía diez astas.