Daniel 6:4 - Biblia Torres Amat 18254 Pensaba, pues, el rey en conferirle la autoridad sobre todo el reino; por lo cual los príncipes y sátrapas iban buscando ocasión de indisponer al rey contra Daniel; pero no pudieron hallar motivo de ninguna acusación, ni de sospecha; por cuanto él era fiel, y se hallaba bien lejos de todo delito y de todo indicio de él. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 19604 Entonces los gobernadores y sátrapas buscaban ocasión para acusar a Daniel en lo relacionado al reino; mas no podían hallar ocasión alguna o falta, porque él era fiel, y ningún vicio ni falta fue hallado en él. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente4 Entonces los demás administradores y altos funcionarios comenzaron a buscar alguna falta en la manera en que Daniel conducía los asuntos de gobierno, pero no encontraron nada que pudieran criticar o condenar. Era fiel, siempre responsable y totalmente digno de confianza. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)4 Por eso fue que los altos funcionarios y gobernadores buscaron entre los asuntos del estado un pretexto para acusar a Daniel, pero no encontraban ningún reproche que hacerle porque era fiel y no podían reprocharle ni negligencia ni falta. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion4 Por lo cual los gobernadores y sátrapas buscaban ocasión para acusar a Daniel en lo relacionado al reino, pero no podían hallar ningún pretexto o corrupción, porque él era fiel. Ningún vicio o falta pudieron hallar en él. Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 19754 Pues bien, como Daniel sobresalía entre los inspectores y los sátrapas, porque poseía un espíritu extraordinario, el rey pensó ponerlo al frente de todo el reino. Gade chapit la |
Mas ellos dijeron entonces: Venid y tratemos seriamente de obrar contra Jeremías, porque a pesar de lo que él predice, no nos faltará la explicación de la ley de boca del sacerdote, ni el consejo del sabio, ni la palabra del profeta. Venid, pues, atravesémosle con los dardos de nuestra lengua, y no hagamos caso de ninguna de sus palabras.
El hecho es que oí las maldiciones de muchos, y el terror se apoderó de mí por todos lados: Perseguidle, persigámosle, oí que decían todos aquellos mismos que vivían en paz conmigo, y estaban a mi lado; observemos si comete alguna falta; que en tal caso, prevaleceremos contra él y tomaremos de él venganza.