Daniel 5:18 - Biblia Torres Amat 182518 El Dios Altísimo, ¡oh rey!, dio a tu padre Nabucodonosor el reino y la magnificencia, la gloria y los honores; Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 196018 El Altísimo Dios, oh rey, dio a Nabucodonosor tu padre el reino y la grandeza, la gloria y la majestad. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente18 El Dios Altísimo le dio soberanía, majestad, gloria y honor a su antecesor, Nabucodonosor. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)18 Oh rey, el Dios Altísimo dio a tu padre Nabucodonosor la realeza, el poder, la gloria y la majestad. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion18 Oh rey: ’Elaha ‘Il•laya dio a tu padre Nabucodonosor el reino y la grandeza, la gloria y la majestad. Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 197518 ¡Oh rey!, el Dios Altísimo dio a Nabucodonosor, tu padre, el reino, la grandeza, la gloria y la majestad. Gade chapit la |
sabed que yo reuniré, y enviaré, dice el Señor, todas las familias o pueblos del Norte con Nabucodonosor, rey de Babilonia, ministro o instrumento mío, y los conduciré contra esta tierra y contra sus habitantes, y contra todas las naciones circunvecinas, y daré cabo de ellos, y los reduciré a ser el pasmo y el escarnio de todos, y a una soledad perdurable todas sus ciudades.
Así queda resuelto por sentencia de los veladores o ángeles, y es cosa que han pedido los santos o justos, hasta que conozcan los mortales que el Altísimo tiene dominio sobre el reino de los hombres, y lo dará a aquel que bien le pareciere, y pondrá sobre él, si quiere, al más abatido de los mortales.
Entonces Daniel, que era llamado Baltasar, se quedó pensativo y en silencio como una hora, y lo conturbaban sus pensamientos. Mas el rey tomó la palabra, y dijo: Baltasar, no te turbes por causa del sueño y de su explicación. A lo que respondió Baltasar diciendo: Ojalá, señor mío, que el sueño recaiga sobre los que te quieren mal, y sea para tus enemigos lo que él significa.
y fue separado del trato de los hombres; además su corazón se hizo semejante al de una bestia, y habitó con los asnos monteses; comió heno como si fuera un buey, y su cuerpo recibió el rocío del cielo: hasta tanto que reconoció que el Altísimo tiene el dominio sobre el reino de los hombres, y que ensalza sobre el solio a quien él quiere.