Cantares 7:2 - Biblia Torres Amat 1825

² Es tu cuello terso y blanco como torre de marfil. Tus ojos son como los cristalinos estanques de Hesebón, situados en la puerta más concurrida de las gentes. La nariz tuya tan bien formada como la graciosa torre del Líbano, que mira frente por frente de Damasco.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

² Tu ombligo como una taza redonda Que no le falta bebida. Tu vientre como montón de trigo Cercado de lirios.

Biblia Nueva Traducción Viviente

² Tu ombligo tiene la forma perfecta, como una copa llena de vino mezclado. Entre tus muslos hay un manojo de trigo, rodeado de lirios.

Biblia Católica (Latinoamericana)

² Hija de príncipes, qué graciosos son tus pasos con esas sandalias. La curva de tus caderas es un collar hecho por manos de artistas.

La Biblia Textual 3a Edicion

² Tu ombligo es como un ánfora, Donde no falta ningún vino generoso. Tu vientre, una gavilla de trigo cercada de lirios.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

² ¡Qué lindos son tus pies con sandalias de princesa! Las curvas de tus caderas son collares, hechura de la mano de un artista.

Cantares 7:2 Referans Kwoze

Salmos 45:16

En lugar de tus padres te nacerán hijos; los cuales establecerán príncipes sobre la tierra.

Proverbios 3:8

De este modo gozará tu carne de salud robusta, y estarán llenos de jugo tus huesos.

Cantares 5:14

Suavísimo el eco de su voz; y en suma, todo él es envidiable. Tal es mi amado, y ése es mi amigo, hijas de Jerusalén .

Cantares 7:1

Como dos cervatillos mellizos son tus dos pechos.

Cantares 7:3

Elevada y majestuosa es tu cabeza, como el Carmelo; y los cabellos de ella, como púrpura de rey puesta en flecos.

Isaías 46:3

Escuchadme, ¡oh casa de Jacob !, y vosotros todos, restos de la casa de Israel, a quienes llevo en mi seno, y traigo en mis entrañas.

Jeremías 1:5

Antes que yo te formara en el seno materno te conocí; y antes que tú nacieras te santifiqué o segregué y te destiné para profeta entre las naciones.

Romanos 7:4

Así también vosotros, hermanos míos, quedasteis muertos a la ley en virtud de la muerte del cuerpo de Cristo , para ser de otro, esto es, del que resucitó de entre los muertos, a fin de que nosotros produzcamos frutos para Dios.