Cantares 4:4 - Biblia Torres Amat 1825

⁴ Tus dos pechos son como gamitos mellizos, que están paciendo entre blancas azucenas,

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁴ Tu cuello, como la torre de David, edificada para armería; Mil escudos están colgados en ella, Todos escudos de valientes.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴ Tu cuello es tan hermoso como la torre de David, adornado con los escudos de mil héroes.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴ Tu cuello es como la torre de David, levantada para dominar; de ella cuelgan mil escudos, todos escudos de valientes.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴ Tu cuello, como la torre de David, Construida con roquetas, De donde penden mil escudos, Todos paveses° de valientes.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴ Tu garganta, la torre de David, construida para trofeos: mil broqueles cuelgan de ella; todos, escudos de valientes.

Cantares 4:4 Referans Kwoze

2 Samuel 1:21

Montes de Gelboé, ni el rocío ni la lluvia caigan ya jamás sobre vosotros; ni campos haya de donde sacar la ofrenda de las primicias; puesto que allí es donde fue arrojado por el suelo el escudo de los fuertes, el escudo de Saúl, como si no hubiese sido ungido rey con el óleo santo.

2 Samuel 22:51

A ti, que has salvado milagrosamente al rey que has escogido, y usas de tantas misericordias con David tu cristo , o ungido, y las usarás con su descendencia para siempre.

Nehemías 3:19

Contiguo a éste construyó Azer, hijo de Josué, prefecto del cuartel de Masfa, la segunda parte del muro enfrente de la subida del ángulo fortificado.

Salmos 144:12

Los hijos de los cuales son como nuevos plantíos en la flor de su edad; sus hijas compuestas y engalanadas por todos lados, como ídolos en un templo.

Cantares 1:10

Gargantillas de oro haremos para ti, taraceadas de plata.

Cantares 7:4

¡Cuán bella y agraciada eres, oh amabilísima y deliciosísima Princesa!

Cantares 7:5

Parecido es tu talle a la gallardía de la palma, y tus pechos a los hermosos racimos.

Cantares 8:10

El pacífico, o mi esposo Salomón , tuvo una viña en Baal-Hamón, la entregó a unos viñadores para que la guardaran y cultivaran; cada uno de ellos le paga por sus frutos mil monedas de plata.

Miqueas 4:8

Y tú, ¡oh hija de Sión, torre nebulosa del rebaño!, hasta ti vendrá el Señor, y tú tendrás el supremo imperio, el reino gloriosísimo, ¡oh hija de Jerusalén !

Colosenses 2:19

y no estando unido con la cabeza, que es Jesucristo, de la cual todo el cuerpo alimentado y organizado por medio de los nervios y junturas va creciendo por el aumento que es de Dios.

1 Pedro 1:5

Esto es lo que debe transportaros de gozo, si bien ahora por poco tiempo conviene que seáis afligidos con varias tentaciones,