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Cantares 1:5 - Biblia Torres Amat 1825

5 No reparéis, pues, en que soy morena; porque me ha robado el sol mi color, cuando los hijos de mi madre se declararon contra mí, y me pusieron a guarda de viñas. ¡Ay!, mi propia viña no la guardé.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

5 Morena soy, oh hijas de Jerusalén, pero codiciable Como las tiendas de Cedar, Como las cortinas de Salomón.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Soy morena pero hermosa, oh mujeres de Jerusalén, morena como las carpas de Cedar, morena como las cortinas de las carpas de Salomón.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Soy morena, pero bonita, hijas de Jerusalén, como las carpas de Quedar, como las carpas de Salomón.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Hijas de Jerusalem, Soy negra,° pero codiciable, Como las tiendas de Cedar, Como las cortinas de Salomón.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Soy morena, pero hermosa, hijas de Jerusalén, como las tiendas de Quedar, como los pabellones de Salmá.

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Cantares 1:5
29 Referans Kwoze  

¡Ay de mí, que mi destierro se ha prolongado! He habitado entre los moradores de Cedar.


Porque el Señor ha mirado benignamente a su pueblo; y exaltará a los humildes y los salvará.


Hijas de reyes son tus damas de honor; a tu diestra está la reina con vestido bordado de oro, y engalanada con varios adornos.


Y resplandezca sobre nosotros la luz del Señor Dios nuestro, y endereza en nosotros las obras de nuestras manos, y da éxito a nuestras empresas.


Vosotros, ¡oh amigos!, cazadnos esas zorrillas, que están asolando las viñas; porque nuestra viña está ya en cierne.


Me parece que oigo la voz de mi amado. Vedlo cómo viene saltando por los montes y brincando por los collados.


Salid, pues, fuera, ¡oh hijas de Sión!, y veréis al rey Salomón con la diadema con que lo coronó su madre en el día de sus desposorios, día en que quedó colmado de júbilo su corazón.


¿Quién es ésta que va subiendo por el desierto como una columnita de humo, formada de perfumes de mirra y de incienso, y de toda especie de aromas?


Tu cuello es recto y airoso, como la torre de David, ceñida de baluartes, de la cual cuelgan mil escudos, arneses todos de valientes.


A su huerto hubo de bajar mi amado, al plantío de las hierbas aromáticas, para recrearse en los verjeles y coger azucenas.


Mi amado es blanco y rubio; escogido es entre millares de jóvenes.


Tus dientes blancos y unidos como aparece la manada de ovejas al subir de lavarse, todas con crías dobles, sin que haya entre ellas ninguna estéril.


Yo te levanté debajo de un manzano en que yacías, ¡oh Esposa mía!, donde fue desflorada tu madre, donde fue violada aquella que te vio nacer.


Y el número que quedará de los esforzados arqueros de Cedar será pequeño; porque el Señor Dios de Israel así lo ha dicho.


Porque él crecerá a los ojos del pueblo como una humilde planta, y brotará como una raíz en tierra árida; no es de aspecto bello, ni es esplendoroso: nosotros lo hemos visto, dicen, y nada hay que atraiga nuestros ojos, ni llame nuestra atención hacia él.


Se recogerán para ti todos los rebaños de Cedar; para tu servicio serán los carneros de Nabayot, sobre mi altar de propiciación serán ofrecidos, y yo haré gloriosa la casa de mi majestad.


Yo me regocijaré con sumo gozo en el Señor, y el alma mía se llenará de placer en mi Dios; pues él me ha revestido del ropaje de la salud, y me ha cubierto con el manto de la justicia, como a esposo adornado con guirnalda, y como esposa ataviada con sus joyas.


Y tu hermosura te dio fama entre las naciones, por causa de los adornos que yo puse en ti, dice el Señor Dios.


La Arabia y todos los príncipes de Cedar compraban tus mercaderías, dándote a cambio los corderos, y carneros y cabritos que te traían.


Baste al discípulo el ser tratado como su maestro, y al criado como su amo. Si al padre de familia le han llamado Beelzebub, ¿cuánto más a sus domésticos?


Entrando después el rey a ver los convidados, reparó allí en un hombre que no iba con vestido de boda.


¡Oh Jerusalén , Jerusalén , que matas a los profetas,y apedreas a los que a ti son enviados!, ¿cuántas veces quise recoger a tus hijos, a la manera que el ave cubre su nidada debajo de sus alas, y tú no has querido?


Mas el padre, por respuesta dijo a sus criados: Pronto traed aquí luego el vestido más precioso que hay en casa, y ponédselo, ponedle un anillo en el dedo, y calzadle las sandalias;


mas revestíos de nuestro Señor Jesucristo, y no busquéis cómo contentar los antojos de vuestra sensualidad.


El cual por amor de nosotros ha tratado a aquel que no conocía al pecado, como si hubiese sido el pecado mismo, con el fin de que nosotros viniésemos a ser en él justos con la justicia de Dios.


Mas aquella Jerusalén de arriba, figurada en Sara, es libre, la cual es madre de todos nosotros.


para santificarla, limpiándola en el bautismo de agua con la palabra de vida,


Carísimos, nosotros somos ya ahora hijos de Dios; mas lo que seremos algún día no aparece aún. Sabemos sí que cuando se manifestare claramente Jesucristo, seremos semejantes a él en la gloria, porque le veremos como él es.


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