Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Apocalipsis 19:6 - Biblia Torres Amat 1825

6 Oí también una voz como de gran gentío, y como el ruido de muchas aguas, y como el estampido de grandes truenos, que decía: ¡Aleluya!, porque tomó ya posesión del reino del Señor, Dios nuestro Todopoderoso;

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

6 Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía: ¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina!

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Entonces volví a oír algo que parecía el grito de una inmensa multitud o el rugido de enormes olas del mar o el estruendo de un potente trueno, que decían: «¡Alabado sea el Señor! Pues el Señor nuestro Dios, el Todopoderoso, reina.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Y oí el ruido de una multitud inmensa como el ruido del estruendo de las olas, como el fragor de fuertes truenos. Y decían: Aleluya. Ahora reina el Señor Dios, el Todopoderoso.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

6 Y oí como la voz de una gran° multitud, y como ruido de muchas aguas,° y como estruendo de fuertes truenos, que decían: ¡Aleluya! Porque el Señor Dios Todopoderoso asumió el reino.°

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Y oí un clamor como de numerosa muchedumbre, como estruendo de muchas aguas y estampido de poderosos truenos, que decía: '¡Aleluya! Porque ha comenzado a reinar el Señor, nuestro Dios todopoderoso.

Gade chapit la Kopi




Apocalipsis 19:6
25 Referans Kwoze  

Si tienes, pues, un brazo fuerte como el de Dios, y si el tono de tu voz es semejante a su trueno,


Porque excelso es el Señor y terrible, rey grande sobre toda la tierra.


Porque Dios es el rey de toda la tierra: cantadle salmos sabiamente.


girando en torno la voz de tus truenos. Relumbraron tus relámpagos por toda la tierra, toda ella se estremeció, y tembló.


El Señor reinó, se revistió de gloria, se armó de fortaleza, y se ciñó todo de ella. Asentó también firme la tierra, y no será conmovida.


El Señor es el que reina: Regocíjese la tierra; muestre su júbilo la multitud de islas.


Alegraos, pues, ¡oh justos!, en el Señor, y celebrad con alabanzas su santa memoria.


Reina ya el Señor, que se estremezcan los pueblos; reina ya aquel que está sentado sobre los querubines, agítese la tierra.


¡Oh cuán hermosos son los pies de aquel que sobre los montes de Israel anuncia y predica la paz!, de aquel que anuncia la buena nueva, de aquel que pregona la salud, y dice ya a Sión: Reinará luego el Dios tuyo, y tú con él!


Los cielos y la tierra, y cuanto hay en ellos cantarán alabanzas al Señor por lo sucedido a Babilonia; porque del norte le vendrán sus destructores, dice el Señor.


Y oía yo el ruido de las alas como ruido de muchas aguas, como trueno del excelso Dios; así que caminaban, el ruido era semejante al de un gran gentío, o como ruido de un ejército; y así que paraban, bajaban sus alas.


Y he aquí que la gloria del Dios de Israel entraba por la puerta del oriente, y el estruendo que ella causaba era como el estruendo de una gran mole de aguas, y su majestad hacía relumbrar la tierra.


y no nos dejes caer en la tentación; mas líbranos de mal. Amén.


Y tenía en su mano derecha siete estrellas, y de su boca salía una espada de dos filos, y su rostro era resplandeciente como el sol de mediodía.


Yo Juan, vuestro hermano y compañero en la tribulación, y en el reino de los cielos, y en la tolerancia por Cristo Jesús , estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y del testimonio que daba de Jesús .


Y ellos le vencieron por los méritos de la sangre del Cordero, y en virtud de la palabra de la fe que han confesado, y por la cual desamaron sus vidas hasta perderlas por obedecer a Dios.


Al mismo tiempo oí una voz del cielo, semejante al ruido de muchas aguas y al estampido de un trueno grande; y la voz, que oí, era como de citaristas que tañían sus cítaras.


Después de estas cosas oí en el cielo como una voz de muchas gentes, que decían: ¡Aleluya!, la salvación, y la gloria, y el poder son debidos a nuestro Dios,


Y los veinticuatro ancianos y los cuatro animales se postraron y adoraron a Dios, que estaba sentado en el solio, diciendo: ¡Amén! ¡Aleluya!


Y yo no vi templo en ella; por cuanto el Señor Dios omnipotente es su templo, con el Cordero.


Y enfrente del solio había como un mar transparente de vidrio semejante al cristal, y en medio del espacio en que estaba el trono y alrededor de él, cuatro animales llenos de ojos delante y detrás.


Yo miré; y he ahí un caballo blanco, y el que lo montaba tenía un arco y se le dió una corona, y salió victorioso para continuar las victorias.


Entretanto los siete ángeles, que tenían las siete trompetas, se dispusieron para tocarlas.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite