Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt
- Piblisite -





Amós 9:4 - Biblia Torres Amat 1825

4 Y cuando sean llevados al cautiverio delante de sus enemigos, allí a mi orden los matará la espada; y fijaré mis ojos sobre ellos, pero para daño suyo, y no para su bien.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

4 Y si fueren en cautiverio delante de sus enemigos, allí mandaré la espada, y los matará; y pondré sobre ellos mis ojos para mal, y no para bien.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Aunque sus enemigos los lleven al destierro, ordenaré a la espada que allí los mate. Estoy decidido a traerles desastre y no a ayudarlos».

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

4 cuando vayan cautivos, arreados por sus enemigos, daré orden a la espada para que los degüelle. Tendré mis ojos puestos en ellos, no para ayudarlos sino para castigarlos.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

4 Aunque vayan en cautiverio ante sus enemigos, Allí° mandaré a la espada que los matará. Tendré fijos mis ojos sobre ellos para el mal y no para el bien.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 aunque vayan al destierro delante de sus enemigos, allí mandaré la espada que los matará; pondré mis ojos en ellos para su ruina, no para su bien'.

Gade chapit la Kopi




Amós 9:4
20 Referans Kwoze  

Y dijiste a tus siervos: Traédmele acá que quiero verle.


Ello es así que los ojos del Señor están contemplando a los que creen en él con perfecto corazón. Luego tú has procedido neciamente; y por eso desde aquí adelante se levantarán guerras contra ti.


Clamaron los justos, y los oyó el Señor, y los libró de todas sus aflicciones.


Estaba ya para romper el alba; y he aquí que el Señor, echando una mirada desde la columna de fuego y de nube sobre los escuadrones de los egipcios, hizo perecer su ejército,


Por todos los caminos del desierto han venido los salteadores; porque la espada del Señor ha de atravesar destrozando de un cabo a otro de la tierra, no habrá paz para ningún viviente.


Por cuanto yo tengo fijados los ojos sobre esta ciudad, dice el Señor, no para hacerle bien, sino mal; yo la entregaré en poder del rey de Babilonia, el cual la entregará a las llamas.


y yo volveré hacia ellos mis ojos propicios, y los restituiré a esta tierra, y lejos de exterminarlos, los estableceré sólidamente, y los plantaré, y no los extirparé.


Encárgate de ese hombre, trátale con distinción, y no le hagas ningún daño, antes bien concédele cuanto quiera.


Anda, y di a Abdemelec etíope: Esto dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Mira, yo voy a ejecutar todo lo que he anunciado para daño o castigo, no para bien de esa ciudad, y tú verás en aquel día el cumplimiento de esto.


Por tanto, esto dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: He aquí que os miraré con rostro airado, y destruiré a todo Judá.


Una tercera parte de los tuyos morirá de peste, y será consumida de hambre en medio de ti; otra tercera parte perecerá al filo de la espada alrededor tuyo; y a la otra tercera parte de tus hijos la esparciré a todo viento, y aun desenvainaré la espada en pos de ellos.


Una tercera parte la quemarás al fuego en medio de la ciudad, concluidos que estén los días del sitio; y cogiendo otra tercera parte la cortarás con cuchillo alrededor de la ciudad; y la otra tercera parte la esparcirás al viento; y en seguida desenvainaré yo la espada en seguimiento de ellos.


Si algún hombre de la casa de Israel y de los forasteros habitantes entre ellos, comiere sangre, yo fijaré sobre él mi rostro airado, y le exterminaré de la sociedad de su pueblo.


Y a vosotros os dispersaré por entre las naciones, y desenvainaré mi espada en pos de vosotros, y quedará desierto vuestra tierra, y arruinadas vuestras ciudades.


Mas los ojos del Señor Dios están mirando a ese reino pecador; y yo lo quitaré de sobre la tierra: pero no obstante no destruiré del todo, dice el Señor, la casa o reino de Jacob .


Porque antes de estos días los hombres trabajaban sin utilidad, y sin utilidad trabajaban las bestias; ni los que entraban ni los que salían gozaban de paz, a causa de la tribulación en que se hallaban; habiendo yo dejado que se hiciesen guerra unos a otros.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite