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2 Timoteo 4:18 - Biblia Torres Amat 1825

18 Saluda a Prisca, y a Aquilas, y a la familia de Onesíforo.

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Biblia Reina Valera 1960

18 Y el Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino celestial. A él sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Así es, y el Señor me librará de todo ataque maligno y me llevará a salvo a su reino celestial. ¡A Dios sea toda la gloria por siempre y para siempre! Amén.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

18 El Señor me librará de todo mal y me salvará llevándome a su reino celestial. A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 Asimismo el Señor me librará de toda obra mala y me preservará para su reino celestial. A Él sea la gloria por los siglos de los siglos, amén.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 El Señor me rescatará de todo mal y me salvará para su reino celestial. A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

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2 Timoteo 4:18
40 Referans Kwoze  

el ángel que me ha librado de todos los males, bendiga estos niños; y sea sobre ellos invocado mi nombre, como también los nombres de mis padres Abrahán e Isaac, y multiplíquense más y más sobre la tierra.


Este Jabes invocó al Dios de Israel, diciendo: ¡Oh, si me llenases de bendiciones! ¡Si dilatases mis tierras, y tu mano me protegiese, y me librases de todo mal! Y le otorgó Dios lo que pidió.


El Señor te preservará de todo mal. Guardará el Señor tu alma.


Porque el Señor ama lo justo, y no desampara a sus santos; eternamente serán protegidos. Los injustos serán castigados; y perecerá la raza de los impíos.


Tú me asiste de la mano derecha, y me guiaste según tu voluntad, y me acogiste con gloria.


Y mi fortaleza se levantará como la del unicornio, y mi vejez será vigorizada por tu misericordia.


Desechado de Dios será el impío por causa de su malicia, mas el justo aun en su muerte conserva la esperanza.


Al mismo tiempo los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para entenderlo, entiéndalo.


Entonces el rey dirá a los que estarán a su derecha: Venid, benditos de mi Padre, a tomar posesión del reino celestial, que os está preparado desde el principio del mundo;


y no nos dejes caer en la tentación; mas líbranos de mal. Amén.


Y perdónanos nuestros pecados, puesto que también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos dejes caer en la tentación.


No tenéis vosotros que temer, pequeñito rebaño, porque ha sido el agrado de vuestro Padre daros el reino.


Por eso yo os preparo el reino celestial como mi padre me lo preparó a mí;


No te pido que los saques del mundo, sino que los preserves del mal.


Todas las cosas son de él, y todas son por él, y todas existen en él; a él sea la gloria por siempre jamás. Amén.


a Dios, digo, que es el solo sabio, a él la honra y la gloria por Jesucristo en los siglos de los siglos. Amén.


Porque ya que el mundo, a vista de las obras de la sabiduría divina, no conoció a Dios por medio de la ciencia humana, quiso Dios salvar a los que creyesen en él por medio de la locura o simplicidad de la predicación de un Dios crucificado.


Hasta ahora no habéis tenido sino tentaciones humanas, u ordinarias; pero fiel es Dios, que no permitirá seáis tentados sobre vuestras fuerzas, sino que de la misma tentación os hará sacar provecho para que podáis sosteneros.


Digo esto, hermanos míos, porque la carne y sangre, o los hombres carnales, no pueden poseer el reino de Dios, ni la corrupción poseerá esta herencia incorruptible.


El cual nos ha librado y nos libra aun de tan graves peligros de muerte; y en quien confiamos que todavía nos ha de librar,


cuya es la gloria por los siglos de los siglos. Amén.


Fiel es el que os llamó, y así lo hará como lo ha ofrecido.


Y así confiamos en el Señor, que vosotros hacéis ya ahora lo que ordenamos en esta carta, y que lo haréis en adelante.


Este precepto te recomiendo, hijo Timoteo, y es, que según las predicciones hechas antes sobre ti, así cumplas o llenes tu deber militando como buen soldado de Cristo ,


A los ricos de este siglo mándales que no sean altivos, ni pongan su confianza en las riquezas caducas, sino en Dios vivo (que nos provee de todo abundantemente para nuestro uso);


Ten por modelo la sana doctrina, que has oído de mí con la fe y caridad en Cristo Jesús .


predica la palabra de Dios con toda fuerza y valentía, insiste con ocasión y sin ella, reprende, ruega, exhorta con toda paciencia y doctrina.


Por la fe de Abrahán, cuando fue probada su fidelidad por Dios, ofreció a Isaac, y el mismo que había recibido las promesas, ofrecía y sacrificaba al unigénito suyo;


a la Iglesia de los primogénitos, que están alistados en los cielos, y a Dios juez de todos, y a los espíritus de los justos ya perfectos o bienaventurados,


Ahora, hermanos, os ruego que llevéis a bien todo lo dicho para exhortaros y consolaros, aunque os he escrito brevemente.


Vosotros, al contrario, habéis afrentado al pobre. ¿No son los ricos los que os tiranizan, y no son ésos mismos los que os arrastran a los tribunales?


Esto es lo que debe transportaros de gozo, si bien ahora por poco tiempo conviene que seáis afligidos con varias tentaciones,


Por Silvano, el cual es, a mi juicio, un fiel hermano, os he escrito brevemente, declarándoos y protestándoos, que la verdadera gracia de Dios, o la verdadera religión, es ésta, en que vosotros permanecéis constantes.


Por lo cual no cesaré jamás de advertiros eso mismo, por más que vosotros estéis bien instruidos y confirmados en la verdad presente;


Lo que fue desde el principio o desde la eternidad, lo que oímos, lo que vimos con nuestros ojos, y contemplamos, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de la vida,


La misericordia, y la paz, y la caridad sean colmadas en vosotros.


Y añadió David: El Señor que me libró de las garras del león y del oso, él mismo me librará también de las manos de ese filisteo. Dijo Saúl a David: Anda, pues, y el Señor sea contigo.


Y habiendo sabido David la muerte de Nabal, dijo: Bendito sea el Señor que me ha vengado de la afrenta que me hizo Nabal y que preservó a su siervo del mal que iba a hacer, y que ha hecho recaer la iniquidad de Nabal sobre su propia cabeza. Envió después David a tratar con Abigaíl sobre casarse con ella.


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