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2 Samuel 24:17 - Biblia Torres Amat 1825

17 Y dijo David al Señor, así que vio que el ángel castigaba al pueblo: Yo soy el que he pecado; yo el que tengo la culpa. ¿Qué han hecho éstos, que son unas ovejas? ¡Oh Señor!, te ruego que descargues tu mano sobre mí y sobre la casa de mi padre.

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Biblia Reina Valera 1960

17 Y David dijo a Jehová, cuando vio al ángel que destruía al pueblo: Yo pequé, yo hice la maldad; ¿qué hicieron estas ovejas? Te ruego que tu mano se vuelva contra mí, y contra la casa de mi padre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Cuando David vio al ángel, le dijo al Señor: «¡Soy yo el que pecó e hizo el mal! Pero estas personas son tan inocentes como ovejas, ¿qué han hecho? Que tu enojo caiga sobre mí y mi familia».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Cuando David vio al ángel que castigaba a la población, se volvió hacia Yavé y le dijo: 'Yo pequé, yo cometí esa gran falta, pero ¿qué hizo el rebaño? Que tu mano se abata sólo sobre mí y la casa de mi padre'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 Y David, cuando vio al ángel herir al pueblo, habló a YHVH, y dijo: Yo mismo soy el que ha pecado, y yo soy el que ha obrado perversamente; pero estas ovejas, ¿qué han hecho? ¡Sea ahora tu mano contra mí y contra la casa de mi padre!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Cuando David vio al ángel haciendo estragos en el pueblo, dijo a Yahveh: 'Yo, yo fui quien pecó; fui yo quien delinquió. Pero este rebaño, ¿qué ha hecho? ¡Descarga tu mano sobre mí y sobre la casa de mi padre!'.

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2 Samuel 24:17
23 Referans Kwoze  

Y arrimándose le dijo: ¿Por ventura destruirás al justo con el impío?


Por tanto yo quedaré por esclavo tuyo y serviré a mi señor en lugar del muchacho, a fin de que pueda éste volverse con sus hermanos.


Dijo David a Natán: Pequé contra el Señor. Le respondió Natán: También el Señor, que ve tu dolor, te ha perdonado el pecado. No morirás.


Pero a David le remordió su conciencia después que se formó el censo del pueblo, y dijo al Señor: Pecado he gravísimamente en este negocio; mas te ruego, Señor, que perdones este pecado de tu siervo, porque reconozco que he obrado muy neciamente.


Ahora bien, tú dirás a mi siervo David: Esto dice el Señor de los ejércitos: Yo te saqué de las dehesas donde apacentabas el ganado, a fin de que fueses el caudillo de mi pueblo de Israel.


Entonces dijo él: Yo vi a todo Israel dispersado por los montes, a semejanza de ovejas sin pastor; y dijo el Señor: Estos no tienen caudillo; vuélvase cada uno en paz a su casa.


Por eso yo me acuso a mí mismo, y hago penitencia envuelto en polvo de ceniza.


Pequé, Señor; mas ¿qué haré yo para aplacarte, oh observador de los hombres? ¿Por qué me has puesto por blanco de tus enojos, tanto que ya me he hecho intolerable a mí mismo?


Te manifesté mi delito, y dejé de ocultar mi injusticia. Confesaré, dije yo, contra mí mismo al Señor la injusticia mía, y tú perdonaste la malicia de mi pecado.


Nos entregaste como ovejas para el matadero, y nos has dispersado entre las naciones.


¿Y por qué, oh Dios, nos has desechado para siempre? ¿Cómo se ha encendido tu furor contra las ovejitas que apacientas?


para que pastorease a los hijos de Jacob , su siervo, a Israel herencia suya;


Por lo cual el faraón a toda prisa llamó a Moisés y Aarón, y les dijo: Pecado he contra el Señor Dios vuestro, y contra vosotros.


Y voló hacía mí uno de los serafines, y en su mano tenía una brasa ardiente, que con las tenazas había tomado de encima del altar.


Y les respondió Jonás : Cogedme y arrojadme al mar, y el mar se os aquietará; puesto que yo sé bien que por mi causa os ha sobrevenido esta gran borrasca.


¡Oh espada!, desenváinate contra mi pastor y contra el varón unido conmigo, dice el Señor de los ejércitos; hiere al pastor, y serán dispersadas las ovejas; y extenderé mi mano sobre los párvulos.


Aquí Moisés y Aarón se postraron sobre su rostro, y dijeron: ¡Oh fortísimo Dios de los espíritus de todos los hombres! ¿es posible que por el pecado de uno se ha de ensañar tu ira contra todos?


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