27 y sobre no hacerlo, fue a calumniarme a mí, siervo tuvo, delante de ti, que eres mi rey y señor; mas tú, oh señor y rey mío, tú eres como un ángel de Dios; haz lo que fuere de tu agrado.
27 Respondió: 'Señor rey, mi servidor me engañó. Como tú sabes, yo soy enfermo, y yo le había dicho: 'Ensilla mi burra, la montaré para irme con el rey'.
27 Además, ha calumniado a tu siervo delante de mi señor el rey; pero mi señor el rey es como un ángel° de Dios, así que haz lo que sea bueno ante tus ojos;
27 Respondió él: '¡Oh rey mi señor! Mi criado me engañó, pues tu siervo le había dicho: 'Aparéjame el asno, montaré sobre él para ir con el rey, pues tu siervo es cojo'.
Con que bien podrá suplicar tu esclava que la palabra del rey mi señor a favor de mi hijo, se cumpla a favor de Absalón, como un sacrificio acepto a Dios; porque mi señor rey es como un ángel de Dios, que no se mueve ni por bendiciones o aplausos , ni por maldiciones. De aquí es que el Señor Dios tuyo está contigo.
La parábola de que me he valido, quien la ha dispuesto ha sido tu siervo Joab. Mas tú, oh rey mi señor, eres sabio como lo es un ángel de Dios, para entender todas las cosas del mundo.
Preguntó más el rey: ¿Dónde está el hijo de tu señor? Y Siba respondió: Se ha quedado en Jerusalén , diciendo: Hoy me restituirá la casa de Israel el reino de mi padre.
Dijo el rey de Siba: Sean tuyas todas las cosas que poseía Mifiboset. A lo que contestó Siba: Lo que yo pido, ¡oh mi rey y señor!, es el hallar gracia en tus ojos.
con mil hombres de Benjamín, e iba con ellos Siba, criado de la casa de Saúl, con sus quince hijos y veinte siervos. Y rompiendo por el Jordán para ponerse delante del rey,
Le preguntó el rey: ¿Vive por ventura alguno de la casa de Saúl, para que pueda yo hacerle grandes mercedes? Le respondió Siba: Sí, señor; vive todavía un hijo de Jonatás, estropeado de los pies.
Aquel que habla la verdad que tiene en su corazón y no ha forjado ningún dolo con su lengua; ni ha hecho mal a sus prójimos ni ha consentido que fuesen infamados.
Guárdese cada uno, entre ellos, de su prójimo, y nadie se fíe de sus hermanos; porque todo hermano hará el oficio de traidor, y todo amigo procederá con fraudulencia.
Respondió Aquis, y le dijo: En cuanto a mí, bien sé que me eres fiel, y te tengo por un ángel de Dios; pero los príncipes de los filisteos han dicho resueltamente: No irá con nosotros al combate.