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2 Reyes 17:14 - Biblia Torres Amat 1825

14 Mas ellos no dieron oídos; antes endurecieron su cerviz, o se obstinaron, imitando la dureza de sus padres, los cuales no quisieron obedecer al Señor Dios suyo.

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Biblia Reina Valera 1960

14 Mas ellos no obedecieron, antes endurecieron su cerviz, como la cerviz de sus padres, los cuales no creyeron en Jehová su Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 Sin embargo, los israelitas no quisieron escuchar. Fueron tan tercos como sus antepasados, quienes se negaron a creer en el Señor su Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

14 Pero no hicieron caso, y se mostraron más tercos que sus padres que no habían creído en Yavé, su Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 Pero ellos no obedecieron, sino que endurecieron su cerviz, como la cerviz de sus padres, los cuales no habían permanecido fieles a YHVH su Dios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 Pero ellos no les prestaron atención, sino que endurecieron su cerviz como habían hecho sus antepasados, que no quisieron creer en Yahveh, su Dios.

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2 Reyes 17:14
27 Referans Kwoze  

Entretanto el Señor les enviaba profetas para que se convirtiesen a él; pero por más intimaciones que les hacían, no eran escuchadas.


Se rebeló, además contra el rey Nabucodonosor, que le había hecho prestar juramento de fidelidad en el nombre de Dios; y endureció su cerviz y su corazón, para no convertirse al Señor Dios de Israel.


Y los exhortaste vivamente a volver a tu ley; pero ellos procedieron con altivez, y no obedecieron tus mandamientos, y pecaron contra tus leyes, en cuya observancia halla el hombre la vida, y rezongones sacudieron la carga del hombro, y endurecieron su cerviz, y no hicieron caso.


Ellos ningún caso hicieron de aquella tierra deliciosa. No dieron crédito a sus palabras,


porque no creyeron a Dios, ni esperaron de él la salud.


A pesar de todo esto pecaron nuevamente, y no dieron crédito a sus milagros.


para que no sean, como sus padres, generación perversa y rebelde, generación que nunca tuvo recto su corazón, ni su espíritu fiel a Dios.


Por lo cual dijo el Señor a Moisés: ¿Hasta cuándo habéis de ser rebeldes a mis mandamientos y a mi ley?


Y añadió el Señor a Moisés: Veo que ese pueblo es de dura cerviz.


a fin de que entres en la tierra que mana leche y miel. Porque yo no subiré a aquel país contigo; no sea que me viese obligado a destruirte en el camino, siendo como eres un pueblo de dura cerviz.


Al hombre de dura cerviz, que desprecia al que le corrige, le sorprenderá de repente su total ruina, y no tendrá remedio.


Porque sabía yo que tú eres un pueblo duro y tu frente de bronce.


Y después que hizo ella todas estas cosas, le dije yo: Vuélvete a mí, y no quiso volverse. Y tu hermana Judá, la prevaricadora, vio


Cuando se cumplieren siete años, dé cada uno libertad a su hermano hebreo, que le fue vendido; él le servirá por espacio de seis años, y después lo dejarás ir libre. Mas vuestros padres no me escucharon, ni fueron dóciles a mis palabras.


Mas los hijos de mi pueblo no me escucharon, sino que se hicieron sordos y endurecieron su cerviz, y se portaron peor que sus padres.


Hijo de hombre, tú habitas en medio de un pueblo rebelde, que tiene ojos para ver y no mira, y oídos para oír y no escucha; porque es ella una gente contumaz.


y decía: Hijo de hombre, yo te envío a los hijos de Israel, a esos gentiles y apóstatas que se han apartado de mí; ellos y sus padres han violado hasta el día de hoy el pacto que tenían conmigo.


Pero si tú has reprendido al impío, y él no se ha convertido de su impiedad, ni de su impío proceder, él ciertamente morirá en su maldad; mas tú has salvado tu alma.


Pero cuando se engrió su corazón, y se obstinó su espíritu en la soberbia, fue depuesto del trono de su reino, y despojado de su gloria,


Mis profetas amonestaron a los hijos de Israel; pero éstos se alejaron tanto más de ellos, ofrecían víctimas a Baal y sacrificios a los ídolos.


¡Hombres de dura cerviz y de corazón y oído incircuncisos!, vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como fueron vuestros padres, así sois vosotros.


Pero ni aún así creísteis al Señor vuestro Dios,


Porque yo conozco tu obstinación y tu indómita cerviz. Aun viviendo yo y conversando con vosotros, siempre os habéis portado con rebeldía contra el Señor: ¿cuánto más en habiendo yo muerto?


Díjome también el Señor: Veo que ese pueblo es de dura cerviz:


antes amonestaos todos los días los unos a los otros, mientras dura el día que se apellida de hoy, a fin de que ninguno de vosotros llegue a endurecerse con el engañoso atractivo del pecado.


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