9 Y luego que amaneció, salió él, y puesto de pie dijo a todo el pueblo: Vosotros que sois justos, decidme: Si yo he conspirado contra mi señor, y le he quitado la vida, ¿quien ha degollado a todos éstos?
9 Venida la mañana, salió él, y estando en pie dijo a todo el pueblo: Vosotros sois justos; he aquí yo he conspirado contra mi señor, y le he dado muerte; pero ¿quién ha dado muerte a todos estos?
9 Al día siguiente, Jehú salió y habló a la multitud que se había juntado: «Ustedes no tienen la culpa —les dijo—. Yo soy el que conspiró contra mi amo y lo mató; pero ¿quién mató a todos estos?
9 Y sucedió por la mañana, que salió y puesto de pie, dijo a todo el pueblo: Vosotros sois justos. He aquí yo me conjuré contra mi señor y le di muerte, ¿pero quién ha dado muerte a todos estos?
9 Salió por la mañana y poniéndose ante todo el pueblo dijo: 'Vosotros sois justos. Ya veis que yo conspiré contra mi señor y le di muerte. Pero ¿quién ha matado a todos éstos?
Mas él les volvió a escribir una segunda carta, en la cual les decía: Si sois de los míos, y me prestáis obediencia, tomad las cabezas de los hijos de vuestro señor, y venid a veros conmigo mañana a estas horas en Jezrael. Eran los hijos del rey en número de setenta: los cuales se criaban en las casas de los magnates de aquella ciudad.
Llegó, pues, un mensajero, y dio a Jehú el aviso diciendo: Han traído las cabezas de los hijos del rey. A lo que respondió Jehú: Ponedlas en dos montones a la entrada de la puerta hasta la mañana.
Los criados que le quitaron la vida fueron Josacar, hijo de Semaat, y Jozabad, hijo de Somer y muerto que fue, lo sepultaron con sus padres en la ciudad de David, sucediéndole en el reino su hijo Amasías.
Y dijo el Señor a Oseas: Ponle por nombre Jezrael; porque dentro de poco yo tomaré venganza de la casa real de Jehú por la sangre que ha derramado en la ciudad de Jezrael, y acabaré con el trono de la casa de Israel.
Declarad contra mí delante del Señor y de su ungido, si acaso yo he usurpado el buey o el asno u otra cosa de ninguna persona; si he calumniado a nadie, si le he oprimido; si he aceptado cohecho, ni regalo alguno de quienquiera que sea, que hoy os satisfaré, y lo restituiré.