2 Reyes 10:5 - Biblia Torres Amat 18255 Enviaron, pues, los mayordomos de palacio y magistrados de la ciudad, y los ancianos y los preceptores a decir a Jehú: Vasallos tuyos somos, haremos cuanto mandares; no pensamos elegir rey sobre nosotros; haz todo lo que bien te pareciere. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 19605 Y el mayordomo, el gobernador de la ciudad, los ancianos y los ayos enviaron a decir a Jehú: Siervos tuyos somos, y haremos todo lo que nos mandes; no elegiremos por rey a ninguno, haz lo que bien te parezca. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente5 Así que los administradores del palacio y de la ciudad, junto con los ancianos y con los tutores de los hijos del rey, enviaron el siguiente mensaje a Jehú: «Somos sus sirvientes y haremos todo lo que nos diga. No proclamaremos rey a nadie; haga lo que mejor le parezca». Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)5 El mayordomo del palacio, el gobernador de la ciudad, los ancianos y los que educaban a los hijos del rey dieron a Jehú esta respuesta: 'Somos tus servidores y haremos todo lo que nos pidas. No proclamaremos rey. Haz lo que mejor te parezca'. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion5 Y el que estaba sobre el palacio, y el que estaba sobre la ciudad, y los ancianos, y los tutores, enviaron a decir a Jehú: ¡Somos tus siervos y haremos todo lo que nos digas! No proclamaremos rey a nadie; haz lo que te parezca bien ante tus ojos. Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 19755 Y el mayordomo del palacio, el gobernador de la ciudad, los ancianos y los preceptores enviaron a decirle: 'Somos tus siervos y haremos cuanto nos digas. No proclamaremos rey a nadie; haz tú lo que mejor te parezca'. Gade chapit la |
Mas él les volvió a escribir una segunda carta, en la cual les decía: Si sois de los míos, y me prestáis obediencia, tomad las cabezas de los hijos de vuestro señor, y venid a veros conmigo mañana a estas horas en Jezrael. Eran los hijos del rey en número de setenta: los cuales se criaban en las casas de los magnates de aquella ciudad.
Entonces Ezequías , rey de Judá, envió a decir por medio de embajadores al rey de los asirios, que se hallaba en Laquís: He faltado a lo que debía; pero retírate de mis tierras, que yo sufriré todo lo que me impusieres. En vista de esto el rey de los asirios echó de contribuciones a Ezequías , rey de Judá, trescientos talentos de plata, y treinta talentos de oro.