Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt
- Piblisite -





2 Pedro 2:4 - Biblia Torres Amat 1825

4 si tampoco perdonó al antiguo mundo, aunque preservó al predicador de la justicia divina, Noé , con siete personas, al anegar con el diluvio el mundo de los impíos;

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

4 Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio;

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Pues Dios ni siquiera perdonó a los ángeles que pecaron, sino que los arrojó al infierno, dentro de fosas tenebrosas, donde están encerrados hasta el día del juicio.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

4 En efecto, Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que los precipitó en el infierno y los encerró en cavernas tenebrosas, manteniéndolos allí hasta el día del juicio.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

4 Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron,° sino que arrojándolos al Tártaro los entregó a cadenas° de oscuridad, reservados hasta el juicio;

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que, precipitándolos en el abismo, en cavernas tenebrosas, los entregó para ser custodiados hasta el juicio.

Gade chapit la Kopi




2 Pedro 2:4
25 Referans Kwoze  

y es que el impío está reservado para el día de la venganza, y será conducido al día de la ira del Señor.


Mira que no han sido firmes sus mismos ministros, y que halló culpa hasta en sus ángeles.


Abrió ancho camino a su ira, no perdonó sus vidas: hasta a sus animales envolvió en la misma mortandad;


Tú que decías en tu corazón: Escalaré el cielo; sobre las estrellas de Dios levantaré mi trono, me sentaré sobre el Monte del testamento situado al lado del septentrión;


Por tanto juro yo, dice el Señor Dios, que así como tú has profanado mi santuario con todos tus escándalos y con todas tus abominaciones, yo también te exterminaré y no te miraré con ojos benignos, ni tendré de ti misericordia.


Y no te miraré con ojos compasivos, ni tendré de ti misericordia; sino que pondré tus obras encima de ti, y en medio de ti tus abominaciones, y conoceréis que yo soy el Señor.


Y no te miraré con ojos benignos, ni me apiadaré de ti, sino que te echaré a cuestas todas tus maldades, y pondré delante de ti tus abominaciones; y conoceréis que yo soy el Señor que castigo.


Al mismo tiempo dirá a los que estarán a la izquierda: Apartaos de mí, malditos; id al fuego eterno, que fue destinado para el diablo y sus ángeles.


Y luego empezaron a gritar, diciendo: ¿Qué tenemos nosotros que ver contigo, oh Jesús , Hijo de Dios? ¿Has venido acá a atormentarnos antes de tiempo?


Y clamando en alta voz dijo: ¿Qué tengo yo que ver contigo, Jesús , Hijo del Altísimo Dios? En nombre del mismo Dios te conjuro que no me atormentes.


A lo que les respondió: Yo estaba viendo a Satanás caer del cielo a manera de relámpagos.


Y le suplicaban éstos que no les mandase ir al abismo.


Vosotros sois hijos del diablo, y así queréis satisfacer los deseos de vuestro padre; él fue homicida desde el principio ; y, nunca ha estado firme en la verdad; y así no hay verdad en él; cuando dice mentira, habla como quien es, por ser de suyo mentiroso y padre de la mentira.


Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, o a los judíos, debes temer que ni a ti tampoco te perdonará.


El que ni a su propio Hijo perdonó, sino que le entregó a la muerte por todos nosotros, ¿cómo después de habérnosle dado a él, dejará de darnos cualquier otra cosa?


Mas el Señor no le perdonará, antes se encenderá entonces más su furor y celo contra el tal hombre, y caerán sobre él de asiento todas las maldiciones que están escritas en este libro: y borrará el Señor su nombre de debajo del cielo,


mas éstos otros, que, por el contrario, como brutos animales, nacidos para ser presa del hombre o para el lazo y la matanza, blasfeman de las cosas que ignoran, perecerán en los vergonzosos desórdenes en que están sumergidos,


si reduciendo a cenizas las ciudades de Sodoma y Gomorra, las condenó a desolamiento, poniéndolas para escarmiento de los que vivirán impíamente;


y sobre todo aquellos que para satisfacer sus impuros deseos siguen la concupiscencia de la carne, y desprecian las potestades; osados, pagados de sí mismos, que blasfemando no temen sembrar herejías,


Todo aquel que nació de Dios, no hace pecado, porque la semilla de Dios, que es la gracia santificante, mora en él, y, si no la echa de sí, no puede pecar, porque es hijo de Dios.


También profetizó de éstos Enoc, que es el séptimo a contar desde Adán, diciendo: Mirad que viene el Señor con millares de sus santos,


Así como también Sodoma y Gomorra, y las ciudades cercanas, siendo reas de los mismos excesos de impureza y entregadas al pecado, vinieron a servir de escarmiento, sufriendo la pena del fuego eterno.


y el falso profeta serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite