41 Ahora, pues, levántate, oh Señor mi Dios, y ven al lugar fijo de tu morada: Tú y el arca por medio de la cual ostentas tu poderío. Experimenten tu socorro y protección, oh Señor Dios, tus sacerdotes, y gocen los santos con alegría tus beneficios.
41 Oh Jehová Dios, levántate ahora para habitar en tu reposo, tú y el arca de tu poder; oh Jehová Dios, sean vestidos de salvación tus sacerdotes, y tus santos se regocijen en tu bondad.
41 »Ahora levántate, oh Señor Dios, y entra en tu lugar de descanso, junto con el arca, símbolo de tu poder. Que tus sacerdotes, oh Señor Dios, se vistan de salvación; que tus leales servidores se alegren en tu bondad.
41 Y ahora: ¡levántate, Yavé Dios, hacia tu reposo, tú y el Arca de tu fuerza! ¡Que tus sacerdotes, Yavé Dios, se revistan de tu fuerza salvadora y tus fieles gocen de la felicidad!
41 Y ahora, ¡levántate, oh YHVH ’Elohim, al lugar de reposo, Tú y el Arca de tu poder! ¡Vístanse de salvación tus sacerdotes, oh YHVH ’Elohim, y regocíjense tus siervos piadosos!
41 '¡Levántate ahora, oh Yahveh Dios, y ven al lugar de tu reposo, tú y el arca de tu poder! ¡Que tus sacerdotes, Yahveh Dios, se revistan de salvación, y que tus fieles gocen de ventura!
Y levantándose el rey, puesto en pie, dijo: Escuchadme, oh hermanos míos, y pueblo mío: Yo tuve intención de construir un templo en que fuese colocada el arca del Testamento del Señor, que es como la tarima de los pies de nuestro Dios, y tengo preparados todos los materiales que he podido para la construcción.
Se apoderaron, pues, de las ciudades fuertes, y de una tierra fértil, y ocuparon casas llenas de toda suerte de bienes; hallaron cisternas ya construidas por otros, viñas, y olivares, y muchos árboles frutales; y comieron y se saciaron, y se engrosaron, y nadaron en delicias, merced a tu gran bondad.
Yo me regocijaré con sumo gozo en el Señor, y el alma mía se llenará de placer en mi Dios; pues él me ha revestido del ropaje de la salud, y me ha cubierto con el manto de la justicia, como a esposo adornado con guirnalda, y como esposa ataviada con sus joyas.
para cuidar a los de Sión que están llorando, y para darles una corona de gloria, en lugar de la ceniza que cubre sus cabezas; el óleo propio de los días solemnes y alegres en vez de luto; un ropaje de gloria en cambio de su espíritu de aflicción; y los que habitarán en ella serán llamados los valientes en la justicia, plantío del Señor para gloria suya.
Vosotros, seréis llamados sacerdotes del Señor; a vosotros se os dará el nombre de ministros de Dios; seréis alimentados con la sustancia de las naciones y os honraréis con la gloria de ellas.
Esto dice el Señor: El cielo es mi solio, y la tierra peana de mis pies: ¿Qué casa, pues, es esa que vosotros edificaréis para mí, y cuál es aquel lugar donde he de fijar mi asiento?
que no me avergüenzo yo de la buena nueva, siendo él como es la virtud de Dios para salvar a todos los que creen, a los judíos primero, y después a los gentiles.
y luego que los sacerdotes que llevan el Arca del Señor Dios de toda la tierra, hubieren puesto las plantas de sus pies en las aguas del Jordán, las aguas de la parte de abajo proseguirán corriendo; mas las que vienen de arriba, se pararán amontonándose.