10 Levantó también torres y cortijos en el desierto, e hizo muchísimas cisternas, pues tenía muchos ganados, así en las campiñas como en el vasto país del desierto. Tuvo igualmente viñas y viñadores en los montes, y especialmente en el Carmelo; porque era hombre muy dado a la agricultura.
10 Asimismo edificó torres en el desierto, y abrió muchas cisternas; porque tuvo muchos ganados, así en la Sefela como en las vegas, y viñas y labranzas, así en los montes como en los llanos fértiles; porque era amigo de la agricultura.
10 También construyó fuertes en el desierto y cavó muchas cisternas de agua, porque tenía grandes manadas de animales en las colinas de Judá y en las llanuras. También era un hombre que amaba la tierra. Tenía muchos trabajadores que cuidaban de sus granjas y de sus viñedos, tanto en las laderas como en los valles fértiles.
10 Construyó torres en el desierto y excavó muchas cisternas, pues tenía numeroso ganado en la tierra baja, y en la llanura, así como labradores y viñadores en las montañas y en los campos fértiles, porque se interesaba por la agricultura.
10 También edificó torres en el desierto, y excavó muchas cisternas, pues tenía numerosos ganados, tanto en la Sefelá° como en la planicie;° poseía además labriegos y viñadores, en los montes y en las regiones fértiles, pues amaba la agricultura.
10 Construyó asimismo torres en el desierto y excavó muchas cisternas, pues tenía mucho ganado en la Tierra Baja y en la meseta, y labradores y viñadores en los montes y en las tierras fértiles, porque le gustaba la agricultura.
Por la boca de tus siervos has denostado al Señor, y has dicho: Con la muchedumbre de mis carros armados he subido sobre los montes encumbrados, a la cima del Líbano, y he cortado sus altos cedros y sus mejores abetos o hayas; he penetrado hasta sus últimos extremos; y las frondosas selvas de su Carmelo
El ejército de sus guerreros, que salía a campaña, estaba bajo el mando de Jehiel, secretario, y de Maasías, doctor de la ley, y de Ananías, uno de los generales del rey.
Si vieres la opresión de los pobres, la violencia que reina en los juicios y el trastorno de la justicia en una provincia, no hay que turbarte por este desorden; pues aquel que está en alto puesto, tiene otro sobre sí, y sobre éstos aun hay otros más elevados,
Y habiéndose levantado antes del día para marchar por la mañana en busca de Saúl, tuvo aviso de que éste había ido al Carmelo, y erigido allí un arco triunfal, y que de vuelta había bajado a Gálgala. Llegó en fin Samuel a Saúl, cuando estaba éste ofreciendo al Señor un holocausto de las primicias del botín que había traído de los amalecitas.