2 Crónicas 2:3 - Biblia Torres Amat 18253 Y envió a decir a Hiram, rey de Tiro: Así como lo hiciste con David, mi padre, remitiéndole maderas de cedro para la construcción de la casa, donde él habitó, Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 19603 Y envió a decir Salomón a Hiram rey de Tiro: Haz conmigo como hiciste con David mi padre, enviándole cedros para que edificara para sí casa en que morase. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente3 Salomón también le envió el siguiente mensaje al rey Hiram de Tiro: «Envíame troncos de cedro como lo hiciste con mi padre David, cuando construía su palacio. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)3 Te hago saber que voy a edificar una Casa al nombre de Yavé, mi Dios, para consagrársela, para quemar ante él incienso aromático, para la ofrenda perpetua de los panes presentados, y para los holocaustos de la mañana y de la tarde, de los sábados, lunas nuevas, solemnidades de Yavé, nuestro Dios, como se hace siempre en Israel. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion3 Y Salomón envió a decir a Huram° rey de Tiro: Haz conmigo como hiciste con mi padre David, enviándole cedros para edificarle una casa para habitar. Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 19753 Yo voy a construir un templo al nombre de Yahveh, mi Dios, para consagrárselo a él, para quemar incienso aromático ante él, para presentar continuamente ante él los panes de la presencia y para ofrecerle holocaustos diarios, mañana y tarde, y en los sábados, en los novilunios y en las solemnidades de Yahveh, nuestro Dios; y esto se hará para siempre en Israel. Gade chapit la |
y los que ofrecen holocaustos al Señor cada día, mañana y tarde, y perfumes preparados según lo prescrito en la ley, y ponen los panes encima de la mesa limpísima; y está en nuestro poder el candelero de oro con sus mecheros, que se encienden siempre a la tarde; en suma, nosotros observamos los mandamientos del Señor Dios nuestro; a quien vosotros habéis abandonado.
Echamos también suertes entre los sacerdotes y levitas, y el pueblo, sobre la leña que se debía ofrecer, y conducir a costa de las familias de nuestros padres a la casa de nuestro Dios a sus tiempos, de un año para otro, para quemar sobre el altar del Señor Dios nuestro, según está escrito en la ley de Moisés.