Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





2 Crónicas 19:2 - Biblia Torres Amat 1825

2 a cuyo encuentro vino Jehú, profeta, hijo de Hanani, y le dijo: Tú das socorro a un impío, y te estrechas en amistad con gente que aborrece al Señor; por tanto merecías experimentar la ira del Señor.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

2 Y le salió al encuentro el vidente Jehú hijo de Hanani, y dijo al rey Josafat: ¿Al impío das ayuda, y amas a los que aborrecen a Jehová? Pues ha salido de la presencia de Jehová ira contra ti por esto.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Jehú, hijo de Hananí el vidente, salió a recibirlo. «¿Por qué habrías de ayudar a los perversos y amar a los que odian al Señor? —le preguntó al rey—. Debido a lo que has hecho, el Señor está muy enojado contigo.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

2 le salió al encuentro Jehú, hijo de Jananí, el vidente, y le dijo al rey: '¿Debías tú ayudar al malo y favorecer a los que aborrecen a Yavé? Por esto ha caído sobre ti la cólera de Yavé.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

2 Pero el vidente Jehú ben Hanani salió a su encuentro,° y dijo al rey Josafat: ¿Conque ayudas al perverso y amas a los que aborrecen a YHVH? Por esto la ira de YHVH está sobre ti.°

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Le salió al encuentro Jehú, hijo de Jananí, el vidente, y dijo al rey Josafat: '¿Por qué tienes tú que prestar ayuda al impío y amar a los que odian a Yahveh? Por eso viene sobre ti la cólera de Yahveh.

Gade chapit la Kopi




2 Crónicas 19:2
40 Referans Kwoze  

Después de esto habló el Señor a Jehú, hijo de Hanani, contra Baasa, diciendo:


De esta suerte acabó Zambri con toda la casa de Baasa, conforme a la sentencia del Señor, dada a conocer a Baasa por boca del profeta Jehú,


Mas como el profeta Jehú, hijo de Hanani, había pronunciado la sentencia del Señor contra Baasa y contra su casa, en castigo de todos los pecados que había hecho en presencia del Señor, irritándolo con las obras de sus manos, por cuyo motivo merecería ser tratado como la casa de Jeroboam, por esta razón le quitó él la vida, es a saber, al profeta Jehú, hijo de Hanani.


Lo cierto es que no hubo jamás otro tal como Acab; el cual se prostituyó o se vendió para obrar lo malo delante del Señor; porque lo instigó su mujer Jezabel,


Mas no quitó los lugares altos, pues todavía el pueblo sacrificaba y ofrecía incienso a Dios en las alturas.


En aquel tiempo se presentó el profeta Hanani a Asá, rey de Judá, y le dijo: Por cuanto has puesto la confianza en el rey de Siria, y no en el Señor tu Dios, por eso el ejército del rey de Siria se ha escapado de tus manos.


Fue, pues, Josafat muy rico, y adquirió mucha gloria; y emparentó con Acab.


Sin embargo, el rey de Israel y Josafat, rey de Judá, marcharon contra Ramot de Galaad.


Dijo, pues, Acab, rey de Israel, a Josafat, rey de Judá: Ven conmigo a Ramot de Galaad. Le respondió Josafat: Tú y yo somos una misma cosa, y una misma cosa tu pueblo y el mío, y así iremos contigo a la guerra.


Dijo el rey de Israel a Josafat: Aquí hay un hombre por quien podemos inquirir la voluntad del Señor; mas yo lo aborrezco, porque nunca me profetiza cosa buena, sino siempre desdichas; éste tal es Miqueas, hijo de Jemla. Y respondió Josafat: No hables, oh rey, de esa manera.


Pero Josafat, rey de Judá, regresó a su palacio en Jerusalén , sano y salvo;


En cualquier pleito entre familia y familia de vuestros hermanos que habitan en sus ciudades, que viniere a vuestro tribunal, siempre que se trate de la ley, de los mandamientos, de las ceremonias o de los preceptos los instruiréis, para que no pequen contra el Señor; a fin de que no descargue su ira sobre vosotros y sobre vuestros hermanos; obrando así no pecaréis.


Los demás hechos de Josafat desde el principio al fin están escritos en el Libro de Jehú, hijo de Hanani, que los insertó en el Libro de los Reyes de Israel.


Y así fue que abandonaron el templo del Señor Dios de sus padres y dieron culto a los simulacros y bosques a ellos consagrados; pecado que acarreó la ira sobre Judá y Jerusalén .


y se opusieron al rey, y le dijeron: Oh Ozías, no te pertenece a ti el ofrecer incienso al Señor, sino a los sacerdotes, esto es, a los hijos de Aarón que han sido consagrados para este ministerio. Sal del santuario; no quieras despreciar nuestro consejo; porque no será esa acción gloriosa para ti delante del Señor, sino criminal.


Pero Ezequías no correspondió a los beneficios recibidos, porque su corazón se envaneció, por lo cual la ira del Señor se encendió contra él, y contra Judá, y contra Jerusalén .


El que en su estimación tiene al malvado por nada, mas honra a aquellos que temen al Señor; que si hace juramento a su prójimo, no le engaña.


Alcance tu poderosa mano a todos tus enemigos; descargue tu diestra sobre todos los que te aborrecen.


Levántese Dios, y sean disipados sus enemigos, y huyan de su presencia los que le aborrecen.


Mi boca predicará tu justicia todo el día, y la salud que de ti viene. Como yo no entiendo de literatura o sabiduría mundana,


No las adorarás ni rendirás culto. Yo soy el Señor Dios tuyo, el fuerte, el celoso, que castigo la maldad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación, de aquellos, digo, que me aborrecen;


A esto respondió Amós a Amasías: Yo no soy profeta, ni hijo de profeta, sino que guardo unas vacas, y voy buscando sicomoros.


Si el mundo os aborrece, sabed que antes que a vosotros me aborreció a mí.


El que me aborrece a mí, aborrece también a mi Padre.


Se descubre también en él la ira de Dios que descargará del cielo sobre toda la impiedad e injusticia de aquellos hombres, que tienen aprisionada injustamente la verdad de Dios;


infamadores, enemigos de Dios, ultrajadores, soberbios, altaneros, inventores de vicios, desobedientes a sus padres,


los cuales en medio de haber conocido la justicia de Dios, no echaron de ver, que los que hacen tales cosas, son dignos de muerte eterna, y no sólo los que las hacen, sino también los que aprueban a los que las hacen.


por cuanto la sabiduría de la carne es enemiga de Dios; como que no está sometida a la ley de Dios, ni es posible que lo esté, siendo contraria a ella.


No queráis, pues, ser cómplice de las obras infructuosas de las tinieblas; antes bien, reprendedlas;


que si aguzare mi espada y la hiciere como el rayo, y empuñare mi mano la justicia, tomaré venganza de mis enemigos, y daré el pago a los que me aborrecen.


Bendice, oh Señor, su fortaleza y acepta las obras de sus manos. Hiere las espaldas de sus enemigos; y no levanten cabeza los que lo aborrecen.


No las adorarás, ni les darás culto: porque yo soy el Señor Dios tuyo, Dios celoso que castigo en los hijos la maldad de los padres hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,


y da luego el pago a los que le aborrecen, perdiéndolos sin más dilación, y dándoles al punto su merecido.


¿Pensáis acaso que sin motivo dice la Escritura: El Espíritu de Dios que habita en vosotros, os ama y codicia con celos?


(Antiguamente en Israel todos los que iban a consultar a Dios, solían hablar así: Venid, y vamos al vidente. Pues el que se llama profeta, se llamaba entonces vidente.)


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite