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2 Crónicas 16:9 - Biblia Torres Amat 1825

9 Ello es así que los ojos del Señor están contemplando a los que creen en él con perfecto corazón. Luego tú has procedido neciamente; y por eso desde aquí adelante se levantarán guerras contra ti.

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Biblia Reina Valera 1960

9 Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con él. Locamente has hecho en esto; porque de aquí en adelante habrá más guerra contra ti.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Los ojos del Señor recorren toda la tierra para fortalecer a los que tienen el corazón totalmente comprometido con él. ¡Qué necio has sido! ¡De ahora en adelante estarás en guerra!».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Porque los ojos de Yavé recorren toda la tierra para fortalecer a los que le sirven de todo corazón. Pero has procedido neciamente en esta ocasión y por eso de aquí en adelante tendrás guerras.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Porque los ojos de YHVH contemplan toda la tierra, para ayudar a aquellos cuyo corazón es íntegro para con Él. ¡Locamente has actuado en esto, porque de aquí en adelante habrá guerras contra ti!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Porque los ojos de Yahveh recorren toda la tierra para fortalecer a los que se le entregan con entero corazón. Neciamente has procedido esta vez. Por eso desde ahora habrá guerras contra ti'.

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2 Crónicas 16:9
38 Referans Kwoze  

No me has permitido el dar siquiera un beso de despedida a mis hijos e hijas. Has obrado neciamente.


Pero a David le remordió su conciencia después que se formó el censo del pueblo, y dijo al Señor: Pecado he gravísimamente en este negocio; mas te ruego, Señor, que perdones este pecado de tu siervo, porque reconozco que he obrado muy neciamente.


Hubo guerra entre Asa, rey de Judá, y Baasa, rey de Israel, mientras vivieron.


¡Ah Señor!, acuérdate, te suplico, que yo he andado delante de ti con sinceridad y rectitud de corazón, haciendo lo que es agradable a tus ojos. Y derramó Ezequías abundancia de lágrimas.


Y dijo David a Dios: He pecado gravísimamente en hacer esto; perdona, oh Señor, la iniquidad de tu siervo, porque he procedido neciamente.


No obstante, quedaron lugares altos en Israel si bien el corazón de Asá fue perfecto todo el tiempo de su vida.


Finalmente, no hubo guerra hasta el año treinta y cinco del reinado de Asá.


Airado Asá contra el profeta, lo mandó poner en un cepo, indignado sobremanera de esto que le había dicho; y en aquel tiempo quitó la vida a muchísimos del pueblo.


y les dio sus órdenes, y dijo: Debéis portaros con fidelidad y con sincero corazón en el temor del Señor.


para que tengas abiertos los ojos de día y de noche sobre esta casa, sobre este lugar en que has prometido que sería invocado tu Nombre,


Mas el ojo de su Dios, o su providencia, miró favorablemente a los ancianos de los judíos, y así no pudieron impedirles la construcción. Convinieron al fin en que se diese parte a Darío, y que satisficiesen entonces a aquella reconvención.


Porque su vista alcanza a los extremos del mundo, y están patentes a sus ojos cuantas cosas hay debajo del cielo.


¿No es así que está el Señor observando mis caminos, y contando todos mis pasos?


Porque los ojos de Dios observan los caminos de los hombres, y tiene él contados todos sus pasos.


y está cuidando de las criaturas humanas en el cielo y en la tierra.


Desde su firmísimo trono echó una mirada sobre todos los habitantes de la tierra.


El es el que formó el corazón de cada uno; el que conoce todo lo que hacen.


He aquí los ojos del Señor puestos en los que le temen, y en los que confían en su misericordia;


El Señor tiene fijos sus ojos sobre los justos, y atentos sus oídos a las plegarias que le hacen.


Conserva, pues, tú la inocencia, y atiende a la justicia; porque el hombre pacífico deja de sí memoria,


En todo lugar están los ojos del Señor contemplando a los buenos y a los malos.


El Señor está mirando atentamente los caminos del hombre, y nota todos sus pasos.


¡Desdichados! Pues el mismo Señor, el sabio por esencia, les ha enviado calamidades, y no ha dejado de cumplir su palabra; y se levantará contra la casa de los malvados y contra los auxiliadores de los que obran la iniquidad.


Porque mis ojos están observando todos sus pasos; no se oculta ninguno a mis miradas; como no hubo maldad suya oculta a mi vista.


Grandioso eres en tus consejos e incomprensible en tus designios; contemplando están tus ojos todas las acciones de los hijos de Adán, para retribuir a cada uno según sus obras y según el mérito de su conducta.


Recorred las calles de Jerusalén . Ved y observad, y buscad en sus plazas si encontráis un hombre que obre lo que es justo, y que procure ser fiel; y si lo halláis, yo usaré con ella de misericordia.


Escucha, ¡oh pueblo insensato y sin cordura!; vosotros que teniendo ojos no veis, y teniendo orejas no oís:


Señor, tus ojos están mirando siempre la fidelidad o verdad; azotaste a estos perversos, y no les dolió; los moliste a golpes, y no han hecho caso de la corrección; endurecieron sus frentes más que un peñasco, y no han querido convertirse a ti.


Porque ¿quién es el que hacía poco caso de los cortos progresos en los primeros días? Pues éste tal se alegrará y verá la piedra de plomo o la plomada en la mano de Zorobabel. Estos (las siete luces), son los siete ojos del Señor, que recorren toda la tierra.


Yo os digo más: Quienquiera que tome ojeriza con su hermano, merecerá que el juez le condene. Y el que le insulte, merecerá que le condene el concilio. Mas quien lo ofenda gravemente, será reo del fuego del infierno.


Pero le dijo Dios: ¡Insensato!, esta misma noche han de exigir de ti la entrega de tu alma; ¿de quién será cuanto has almacenado?


¡Necio!, lo que tú siembras no recibe vida, si primero no muere.


¡Oh gálatas insensatos!, ¿quién os ha fascinado, o hechizado, para desobedecer así a la verdad?, vosotros, ante cuyos ojos ha sido ya representado Jesucristo como crucificado en vosotros mismos.


Teniendo, pues, por sumo sacerdote a Jesús , Hijo de Dios, que penetró hasta lo más alto del cielo, y nos abrió sus puertas, estemos firmes en la fe que hemos profesado.


¿Y quién hay que pueda dañaros, si no pensáis más que en obrar bien?


Dijo Samuel a Saúl: Has obrado neciamente, no cumpliendo los mandatos que te dio el Señor Dios tuyo. Que si no hubieras hecho eso, desde ahora el Señor hubiera asegurado para siempre tu reino sobre Israel.


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