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2 Corintios 6:16 - Biblia Torres Amat 1825

16 ¿O qué consonancia entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois templo de Dios vivo, según aquello que dice Dios: Habitaré dentro de ellos, y en medio de ellos andaré, y yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.

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Biblia Reina Valera 1960

16 ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su Dios, Y ellos serán mi pueblo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

16 ¿Y qué clase de unión puede haber entre el templo de Dios y los ídolos? Pues nosotros somos el templo del Dios viviente. Como dijo Dios: «Viviré en ellos y caminaré entre ellos. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

16 ¿Qué tiene que ver el Templo de Dios con los ídolos? Nosotros somos el Templo del Dios vivo. Dios lo dijo: Habitaré y viviré en medio de ellos; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

16 ¿Y qué acuerdo entre el santuario de Dios y el de los ídolos? Porque nosotros somos° santuario del Dios viviente,° como dijo Dios: Habitaré entre ellos y entre ellos andaré; Y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 ¿Qué compatibilidad entre el templo de Dios y los ídolos? Porque nosotros somos templo de Dios vivo, como lo dijo Dios: Habitaré y caminaré en medio de ellos; yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.

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2 Corintios 6:16
60 Referans Kwoze  

Entonces Elías acercándose a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo habéis de ser como los que cojean hacia dos lados? Si el Señor es Dios, seguidle; y si lo es Baal, seguid a Baal. Mas el pueblo no le respondió palabra.


Señor, en todas épocas has sido tú nuestro amparo.


No tendrás otros dioses delante de mí.


Observad todas las cosas que os he dicho. No juréis por el nombre de dioses extranjeros, ni aun siquiera los mentéis.


Y me fabricarán un Santuario, y habitaré en medio de ellos.


Y habitaré en medio de los hijos de Israel, y seré su Dios.


No quieras adorar a ningún dios extranjero. El Señor tiene por nombre Celoso. Dios quiere ser amado él solo.


Y les daré un corazón dócil, para que reconozcan que soy el Señor su Dios, y ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios; pues se convertirán a mí de todo corazón.


En aquel tiempo, dice el Señor, yo seré el Dios de todas las tribus de Israel, y ellas serán mi pueblo.


Mas ésta será la nueva alianza que yo haré, dice el Señor, con la casa de Israel, después que llegue aquel tiempo: Imprimiré mi ley en sus entrañas, y la grabaré en sus corazones; y yo seré su Dios, y ellos serán el pueblo mío.


Y ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios.


para que sigan mis mandamientos, y observen mis leyes, y las practiquen, con lo cual sean ellos el pueblo mío, y yo sea su Dios.


Y derramaré sobre vosotros agua pura, y quedaréis purificados de todas las inmundicias, y os limpiaré de todas vuestras idolatrías.


Y habitaréis en la tierra que yo di a vuestros padres, y vosotros seréis el pueblo mío, y yo seré vuestro Dios.


me dijo: Hijo de hombre, he aquí el lugar de mi trono, y el lugar donde asentaré mis pies, y donde tendré mi morada entre los hijos de Israel para siempre. Los de la familia de Israel no profanarán ya más mi santo Nombre, ni ellos ni sus reyes, con sus fornicaciones o idolatrías, con los cadáveres de sus reyes y con los oratorios en los lugares altos.


Ahora, pues, arrojen lejos de mí sus idolatrías y los cadáveres de sus reyes, y yo moraré para siempre en medio de ellos.


Efraín dirá entonces: ¿Qué tengo yo ya que ver con los ídolos? Y yo le escucharé benignamente, yo lo haré crecer como un alto y verde abeto; de mí tendrán origen tus frutos, ¡oh Israel!


Y la sembraré yo para mí como preciosa simiente sobre la tierra, porque me apiadaré de aquella nación que fue llamada: No más misericordia. Y al que dije que no era mi pueblo, le diré: Pueblo mío eres tú; y él dirá: Tú eres mi Dios.


Andaré entre vosotros y seré vuestro Dios, y vosotros seréis el pueblo mío.


y a aquellos que adoran sobre los terrados la milicia o astros del cielo, y adoran y juran por el Señor y por Melcom,


Y a esta tercera parte la haré pasar por el fuego, y la purificaré como se purifica la plata, y la acrisolaré como es acrisolado el oro. Ellos invocarán mi Nombre, y yo los escucharé propicio. Yo diré: Pueblo mío eres tú; y él dirá: Tú eres mi Dios y Señor.


Y lo volveré a traer para que habite en medio de Jerusalén ; y ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios en la verdad y en la justicia.


Tomando la palabra Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo , o Mesías, el Hijo del Dios vivo.


Nadie puede servir a dos señores; porque o tendrá aversión al uno y amor al otro, o si se sujeta al primero, mirará con desdén el segundo. No podéis servir a Dios y a las riquezas.


Poníales también esta comparación: Nadie a un vestido viejo le echa un remedio de paño nuevo; porque, fuera de que el retazo nuevo rasga lo viejo, no cae bien el remiendo nuevo en el vestido viejo.


Jesús le respondió así: Cualquiera que me ama, observará mi palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos mansión dentro de él.


Quien come mi carne y bebe mi sangre, en mí mora, y yo en él.


Y si el espíritu de aquel Dios, que resucitó a Jesús de la muerte, habita en vosotros, el mismo que ha resucitado a Jesucristo de la muerte dará vida también a vuestros cuerpos mortales, en virtud de su espíritu que habita en vosotros.


Pero vosotros no vivís según la carne, sino según el espíritu, pues el espíritu de Dios habita en vosotros. Que si alguno no tiene el Espíritu de Cristo , éste no es de Jesucristo.


Y sucederá que en el mismo lugar en que se les dijo: Vosotros no sois mi pueblo, allí serán llamados hijos de Dios vivo.


No podéis tener parte en la mesa del Señor, y en la mesa de los demonios.


¿Por ventura no sabéis que vuestros cuerpos son templos del Espíritu Santo, que habita en vosotros, el cual habéis recibido de Dios, y que ya no sois de vosotros,


pues estáis edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, y unidos en Jesucristo, el cual es la principal piedra angular de la nueva Jerusalén ,


Por él entráis también vosotros, gentiles, a ser parte de la estructura de este edificio, para llegar a ser morada de Dios por medio del Espíritu Santo.


y que Cristo habite por la fe en vuestros corazones, estando arraigados y cimentados en caridad,


No tendrás otros dioses fuera de mí.


Y es ciertamente grande a todas luces el misterio de la piedad, o amor divino, en que el Hijo de Dios se ha manifestado en carne mortal, ha sido justificado por el Espíritu Santo, ha sido visto de los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, elevado a la gloria.


Ya sabes cómo se han apartado de mí todos los naturales de Asia que estaban aquí en Roma, de cuyo número son Figelo y Hermógenes.


Por lo cual nos dice el Espíritu Santo: Si hoy oyereis su voz,


ya no será menester que enseñe cada uno a su prójimo y a su hermano, diciendo: Conoce al Señor; porque con la luz de la fe todos me conocerán desde el menor de ellos hasta el mayor;


Pero por lo mismo da mayores gracias a los que así le aman. Por lo cual dice: Dios resiste a los soberbios, y da su gracia a los humildes.


Por lo que dice la Escritura: Mirad que yo voy a poner en Sión la principal piedra del ángulo, piedra selecta y preciosa; y cualquiera que por la fe se apoyare sobre ella, no quedará confundido.


En esto conocemos que vivimos en él, y él en nosotros, porque nos ha comunicado su Espíritu.


Nosotros así mismo hemos conocido y creído el amor que nos tiene Dios. Dios es caridad, o amor; y el que permanece en la caridad, en Dios permanece, y Dios en él.


Conozco tus obras, y tus trabajos, y tu paciencia, y que no puedes sufrir a los malos; y que has examinado a los que dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos;


Y oí una voz grande que venía del trono, y decía: Ved aquí el Tabernáculo de Dios entre los hombres, y el Señor morará con ellos. Y ellos serán su pueblo, y el mismo Dios habitando en medio de ellos será su Dios.


El que venciere poseerá todas estas cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo.


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