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2 Corintios 5:11 - Biblia Torres Amat 1825

11 Sabiendo, pues, el temor que se debe al Señor, procuramos justificarnos delante de los hombres, mas Dios conoce bien lo que somos. Y aun quiero creer que también somos conocidos de vosotros allá en vuestro interior.

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Biblia Reina Valera 1960

11 Conociendo, pues, el temor del Señor, persuadimos a los hombres; pero a Dios le es manifiesto lo que somos; y espero que también lo sea a vuestras conciencias.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Dado que entendemos nuestra temible responsabilidad ante el Señor, trabajamos con esmero para persuadir a otros. Dios sabe que somos sinceros, y espero que ustedes también lo sepan.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Con esa visión del temor al Señor procuramos convencer a los hombres viviendo con sinceridad ante Dios, y confío que también ustedes se den cuenta de que no disimulamos nada.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 Conociendo pues el temor del Señor,° persuadimos a los hombres. Ante Dios hemos sido hechos manifiestos, y espero que también ante vuestras conciencias sea manifiesto.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Sabiendo, pues, lo que es el temor del Señor, intentamos persuadir a los hombres, pues para Dios estamos al descubierto y espero estarlo también para vuestras conciencias.

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2 Corintios 5:11
39 Referans Kwoze  

Así que partieron, el terror de Dios se apoderó de todas las ciudades circunvecinas, de suerte que no se atrevieron a perseguirlos en su retirada.


De todas partes le aterrarán espantos y temores, y le embarazarán sus pies.


Porque yo siempre temí a Dios, considerando su enojo como olas hinchadas contra mí, y nunca puede soportar el peso de su majestad.


Porque parece que todas las saetas del Señor están clavadas en mí; el veneno de ellas va corroyendo mi espíritu, y terrores del Señor, o terribles espectros, combaten contra mí.


¡Oh, y cómo fueron reducidos a total desolación! De repente fenecieron; perecieron de este modo por su maldad.


Terrible eres tú, ¡oh Señor!, ¿y quién podrá resistirte a ti desde el momento de tu ira?


Mas ¿quién podrá conocer la grandeza de tu ira, y comprender cuán terrible es tu indignación?


Y la tierra de Judá será el espanto de Egipto; y cada uno al acordarse de ella temblará, por causa de los designios que a favor de la misma formó el Señor de los ejércitos.


Aquel que anda por las sendas de la justicia y habla verdad, que aborrece las riquezas adquiridas con la calumnia o extorsión, y tiene limpias sus manos de todo cohecho; que tapa sus orejas para no prestar oídos a los sanguinarios, y cierra sus ojos por no ver lo malo.


¿Quién podrá sostenerse cuando se deje ver su indignación? ¿Y quién será capaz de resistirle cuando esté airado y enfurecido? Derrámense cual fuego voraz su cólera, y hace derretir los peñascos.


Nada temáis a los que matan el cuerpo y no pueden matar el alma. Temed antes al que puede arrojar alma y cuerpo en el infierno.


Y en consecuencia, irán éstos al eterno suplicio, y los justos a la vida eterna.


Yo quiero mostraros a quién habéis de temer: Temed al que, después de quitar la vida, puede arrojar al infierno. A éste es, os repito, a quien habéis de temer.


Le respondió Abrahán: Si a Moisés y a los profetas no los escuchan, aun cuando uno de los muertos resucite, tampoco le darán crédito.


Despedido el auditorio, muchos de los judíos y de los prosélitos, temerosos de Dios, siguieron a Pablo y a Bernabé, los cuales los exhortaban a perseverar en la gracia de Dios.


diciendo: Este persuade a la gente que dé a Dios un culto contrario a la ley.


Y todos los sábados disputaba en la sinagoga, haciendo entrar siempre en sus discursos el nombre del Señor Jesús , y procurando convencer a los judíos y a los griegos.


y veis también y oís cómo ese Pablo, no sólo en Efeso, sino casi en toda el Asia, con sus persuasiones ha hecho cambiar de creencia a mucha gente, diciendo que no son dioses los que se hacen con las manos.


Que bien sabidas son del rey estas cosas, y por lo mismo hablo delante de él con tanta confianza, bien persuadido de que nada de esto ignora, puesto que ninguna de las cosas mencionadas se ha ejecutado en algún rincón oculto.


Y habiéndole señalado día para oírle, vinieron en gran número a su alojamiento, a los cuales predicaba el reino de Dios desde la mañana hasta la noche, confirmando con autoridades las proposiciones que sentaba, y probándoles lo perteneciente a Jesús con la ley de Moisés y con los profetas.


Pero ciertamente no somos nosotros como muchísimos que adulteran la palabra de Dios, sino que la predicamos con sinceridad, como de parte de Dios, en la presencia de Dios, y según el espíritu de Cristo .


Somos, pues, como unos embajadores en nombre de Cristo , y es Dios mismo el que nos exhorta por boca nuestra. Os rogamos, pues, encarecidamente en nombre de Cristo , que os reconciliéis con Dios.


Y así nosotros como cooperadores del Señor, os exhortamos a no recibir en vano la gracia de Dios.


Porque en fin ¿busco yo ahora la aprobación de los hombres, o de Dios? ¿Por ventura pretendo agradar a los hombres? Si todavía prosiguiese complaciendo a los hombres, no sería yo siervo de Cristo .


subordinados unos a otros por el santo temor de Cristo .


Traed a la memoria aquellos primeros días de vuestra conversión, cuando después de haber sido iluminados sufristeis con valor admirable un gran combate de persecuciones;


Conservad siempre la caridad para con vuestros hermanos.


En fin, al que es poderoso para conservaros sin pecado, y presentaros sin mancha y llenos de júbilo ante el trono de su gloria en la venida de nuestro Señor Jesucristo,


El que no fue hallado escrito en el Libro de la vida fue así mismo arrojado en el estanque de fuego.


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