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1 Samuel 30:4 - Biblia Torres Amat 1825

4 levantaron el grito David y la tropa que le acompañaba, desechos en lágrimas hasta más no poder.

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Biblia Reina Valera 1960

4 Entonces David y la gente que con él estaba alzaron su voz y lloraron, hasta que les faltaron las fuerzas para llorar.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 lloraron a más no poder.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 David y el pueblo que lo acompañaba se pusieron a gritar y a llorar hasta que quedaron sin aliento para llorar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Entonces David y la gente que estaba con él alzaron su voz y lloraron, hasta que no les quedaron más fuerzas para llorar.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 David y los que le acompañaban alzaron la voz y lloraron hasta más no poder.

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1 Samuel 30:4
9 Referans Kwoze  

Mientras así oraba Esdras, pidiendo misericordia y llorando, postrado ante el templo de Dios, se reunió alrededor de él un concurso grandísimo de hombres y mujeres y niños de Israel, y prorrumpió el pueblo en un deshecho llanto.


Oído esto, todo el pueblo alzó el grito y estuvo llorando aquella noche:


Y habiendo referido Moisés una por una todas estas palabras del Señor a los hijos de Israel, el pueblo prorrumpió en un amargo llanto.


de donde aquel lugar se llamó lugar de los Lloradores, o de las lágrimas; y ofrecieron allí sacrificios al Señor.


Después, pesarosos, vinieron todos a la casa de Dios en Silo, y permaneciendo delante de ella al anochecer, levantaron el grito, y con grandes alaridos, comenzaron a llorar, diciendo:


Llegaron, pues, los mensajeros a Gabaa, patria de Saúl, y refirieron lo dicho, escuchándolo el pueblo; todo el cual a voz en grito echó a llorar.


Pues como David y su gente llegasen a la ciudad, y la encontrasen abrasada, y que sus mujeres, sus hijos e hijas habían sido llevadas cautivas,


Al tiempo que llegó, estaba Helí sentado en su silla de audiencia, a la entrada del templo, mirando hacia el camino, porque su corazón se hallaba en un continuo sobresalto por el arca del Señor. Habiendo entrado, pues, aquel soldado, publicó luego la noticia por la ciudad, y toda la gente prorrumpió en grandes alaridos.


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