1 Samuel 30:22 - Biblia Torres Amat 182522 Mas todos los malignos y perversos de entre los hombres que habían ido con David, comenzaron a decir: Ya que no vinieron con nosotros, no les daremos cosa alguna de la presa que hemos recobrado; conténtese cada uno con que se le devuelva su mujer e hijos; y recibido esto, váyase. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 196022 Entonces todos los malos y perversos de entre los que habían ido con David, respondieron y dijeron: Porque no fueron con nosotros, no les daremos del botín que hemos quitado, sino a cada uno su mujer y sus hijos; que los tomen y se vayan. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente22 Pero unos alborotadores entre los hombres de David dijeron: —Ellos no fueron con nosotros, así que no pueden tener nada del botín que recuperamos. Denles sus esposas e hijos y díganles que se vayan. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)22 pero los más malos y mañosos de sus acompañantes tomaron la palabra: 'Ya que esos hombres no vinieron con nosotros, no les daremos ninguna cosa del botín que hemos ganado. Sólo les devolveremos a sus mujeres e hijos y dejaremos que se vayan'. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion22 Pero todos los hombres perversos e hijos de Belial de los que habían ido con David, hablaron y dijeron: Puesto que no fueron con nosotros, no les daremos del despojo recuperado, excepto su mujer y sus hijos a cada uno para que se los lleven y se vayan. Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 197522 Entonces, todos los malos y perversos de entre los hombres que habían acompañado a David dijeron: 'Puesto que no han venido con nosotros, no se les ha de dar nada del botín que hemos rescatado, sino solamente a cada uno su mujer y sus hijos: que se los lleven y se vayan'. Gade chapit la |
Y habiendo introducido a dos hombres, hijos del diablo, los hicieron sentar enfrente de Nabot, los cuales, al fin como hombres diabólicos, atestiguaron contra él en presencia del pueblo, diciendo: Nabot ha blasfemado contra Dios y contra el rey. En vista de este testimonio lo sacaron fuera de la ciudad, y lo mataron a pedradas.
Estando cenando, y mientras con los manjares y bebida regocija sus cuerpos fatigados del viaje, vinieron unos vecinos de aquella ciudad, hijos de Belial (esto es, sin freno, ni temor de Dios) y cercando la casa del anciano, comenzaron a dar golpes en la puerta, gritando al dueño de la casa, y diciéndole: Sácanos fuera ese hombre que entró en tu casa, que queremos abusar de él.
Llegado David a donde estaban los doscientos hombres, que de puro cansados se habían quedado y no habían podido seguirle, y a los cuales dejó mandado que descansaran en la orilla del torrente Besor, salieron éstos a recibirle a él y la tropa que le acompañaba. Luego que David estuvo cerca de ellos, los saludó con agrado.