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1 Samuel 25:3 - Biblia Torres Amat 1825

3 Se llamaba este hombre Nabal, y su esposa Abigaíl, mujer de gran prudencia y hermosura; al contrario su marido era duro, y muy perverso y malicioso, el cual descendía del linaje de Caleb.

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Biblia Reina Valera 1960

3 Y aquel varón se llamaba Nabal, y su mujer, Abigail. Era aquella mujer de buen entendimiento y de hermosa apariencia, pero el hombre era duro y de malas obras; y era del linaje de Caleb.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Este hombre se llamaba Nabal, y su esposa, Abigail, era una mujer sensata y hermosa. Pero Nabal, descendiente de Caleb, era grosero y mezquino en todos sus asuntos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Ese hombre se llamaba Nabal y su mujer, Abigaíl. La mujer tenía mucho criterio y era hermosa, pero el hombre era duro y malo: pertenecía al clan de Caleb.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Aquel hombre se llamaba Nabal,° y el nombre de su mujer era Abigail.° Y la mujer era de buen entendimiento y hermoso aspecto; pero el hombre era grosero y dado a las malas acciones. Y era del linaje de Caleb.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Este hombre se llamaba Nabal, y su esposa Abigail. Ella era mujer de mucha cordura y agraciada, pero su marido era brutal y de mal comportamiento. Era del linaje de Caleb.

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1 Samuel 25:3
15 Referans Kwoze  

Estando ya para entrar en Egipto, dijo a Sarai su esposa: Conozco que tú eres una mujer bien parecida,


Por cuanto el pecador se jacta en los perversos deseos de su alma; y el inicuo se ve celebrado.


La mujer prudente edifica o realza su casa; la necia, aún la ya edificada, la destruirá con sus manos.


Casa y riquezas se heredan de los padres; mas la mujer prudente la da sólo el Señor.


por un esclavo que llega a reinar; por un tonto harto de comida;


¿Quién hallará una mujer fuerte? De mayor estima es que todas las preciosidades traídas de lejos y de los últimos términos del mundo.


Abre su boca con sabios discursos, y la ley de la bondad o amor gobierna su lengua.


Mas a Caleb, hijo de Jefone, dio Josué en posesión particular en medio de los hijos de Judá, como le había mandado el Señor, la ciudad de Cariat-Arbe, padre de Enac, la misma que Hebrón.


Por tanto considera y reflexiona lo que debes hacer; porque está para caer sobre tu marido y sobre tu casa una gran desgracia; ese amo nuestro es un hijo de Belial, tan violento que nadie se atreve a hablarle.


No hagas, te ruego, mi señor y mi rey, ningún caso de la injusticia de Nabal; porque es un insensato, y su mismo nombre denota su necedad. Mas yo, sierva tuya, no vi a los criados que tú, señor mío enviaste.


Pues como David oyese en el desierto que Nabal estaba esquilando sus ovejas,


Pues nosotros hicimos una incursión hacia la parte meridional de Cereti y hacia Judá, y al mediodía de Caleb, y hemos quemado Siceleg.


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