Presentándose, pues, Gad a David, se lo contó diciendo: O por siete años será tu país afligido del hambre; o por tres meses andarás huyendo de tus enemigos que te irán persiguiendo; o a lo menos por tres días habrá peste en tu reino. Delibera, pues, ahora, y mira qué respuesta he de dar al que me ha enviado.
¿Cómo tomaré yo mis panes y mi agua y la carne de las reses que he hecho matar para mis esquiladores, y daré todo a unos hombres que no sé de dónde son?
Entonces David les dijo a sus gentes: Tome cada cual su espada. Tomaron todos sus espadas, y David también la suya y siguieron a David como unos cuatrocientos hombres, quedándose doscientos con el bagaje.