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1 Samuel 23:26 - Biblia Torres Amat 1825

26 Iba Saúl por un lado del monte, y David con los suyos por el otro, y ya no tenía esperanza de poder escapar de las manos de Saúl; pues éste con su gente tenía encerrado a David y a los suyos, como en un círculo, para cogerlos en medio.

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Biblia Reina Valera 1960

26 Y Saúl iba por un lado del monte, y David con sus hombres por el otro lado del monte, y se daba prisa David para escapar de Saúl; mas Saúl y sus hombres habían encerrado a David y a su gente para capturarlos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

26 Saúl y David se encontraban en lados opuestos de una montaña. Justo cuando Saúl y sus hombres comenzaban a cercar a David y a sus hombres,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

26 Saúl iba por un lado del cerro, y David con sus hombres, por el otro. David y sus hombres caminaban rápido para escapar de Saúl, mientras que éste y sus hombres trataban de cercar a David y a sus compañeros para apresarlos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

26 E iba Saúl por un lado del monte, y David con sus hombres por el otro lado. Y David se fugó con zozobra para escapar de Saúl, pues Saúl y sus hombres habían cercado a David y a sus hombres para capturarlos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

26 Iba Saúl por un lado de la colina, y David y sus hombres iban por el otro. David se apresuraba por escapar de Saúl, mientras éste y sus hombres procuraban cerrar el cerco en torno a David y los suyos para prenderlos.

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1 Samuel 23:26
17 Referans Kwoze  

Entonces David dijo a sus criados, que tenía consigo en Jerusalén : Daos prisa, huyamos; de lo contrario vamos a caer en manos de Absalón; apresurémonos a salir; no sea que nos sorprenda, y se arroje sobre nosotros, y pase a cuchillo la ciudad.


¡Oh Dios nuestro! ¿y no castigarás tú esas gentes? En nosotros ciertamente no hay tanta fuerza que podamos resistir a esa multitud que nos acomete. Mas no sabiendo lo que debemos hacer, no nos queda otro recurso que volver a ti nuestros ojos.


Después de haberme arrojado fuera, ahora me tienen cercado por todas partes; tienen puestas sus miras para dar conmigo en tierra.


contra los impíos que me persiguen. Han cercado mis enemigos mi alma.


Cercado me han novillos en gran número; recios y bravos toros me han sitiado.


Porque me veo cercado de una multitud de rabiosos perros: me tiene sitiado una turba de malignos. Han taladrado mis manos y mis pies.


Yo, es verdad, que dije en un arrebato de mi genio: Arrojado me hallo de tu vista. Por eso mismo te dignaste oír mi oración, mientras a ti clamaba.


Pues no quiero, hermanos, que ignoréis la tribulación que padecimos en el Asia, los males de que nos vimos abrumados, tan excesivos y tan superiores a nuestras fuerzas, que nos hacían pesada la misma vida.


Mas Dios llovió fuego del cielo, que los consumió; y el diablo, que los traía engañados, fue precipitado en el estanque de fuego y azufre, donde también la bestia


Lo que sabiendo los filisteos, y propalándose entre ellos que Sansón había entrado en la ciudad, cercaron la casa, y pusieron centinelas a la puerta de la ciudad, y estuvieron en acecho toda la noche, con el fin de matarle por la mañana al tiempo de salir.


Y lo descolgó Micol por una ventana; y de esta suerte escapó David, y huyendo se puso a salvo.


Le gritó otra vez Jonatás al muchacho, diciéndole: Date prisa, no te detengas. En fin, el muchacho recogió las saetas y se las trajo a su amo,


Con esto se despidieron, y volvieron a Zif delante de Saúl. Estaban entonces David y su gente en el desierto de Maón, y se quedó allí. Enterado de ello Saúl, fue en persecución de David en el desierto de Maón.


Cuando he aquí que llegó un mensajero a Saúl diciendo: Ven a toda prisa, que los filisteos han hecho una irrupción en el país.


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