1 Samuel 2:9 - Biblia Torres Amat 1825

⁹ El dirigirá todos los pasos de sus santos; mas los impíos serán por él reducidos a silencio en medio de tinieblas; porque no estará firme el hombre por su propia fuerza.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁹ Él guarda los pies de sus santos, Mas los impíos perecen en tinieblas; Porque nadie será fuerte por su propia fuerza.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁹ »Él protegerá a sus fieles, pero los perversos desaparecerán en la oscuridad. Nadie tendrá éxito solamente por la fuerza.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁹ Cuida los pasos de sus fieles, pero los malos perecen en las tinieblas: la fuerza del hombre no da la victoria.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁹ Él guarda los pies de sus fieles, Pero los malos enmudecerán en las tinieblas, Porque por fuerza propia no prevalecerá ninguno.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁹ Él guarda los pasos de sus fieles, mientras que los impíos perecen en tinieblas, porque no por su fuerza triunfa el hombre.

1 Samuel 2:9 Referans Kwoze

Job 18:18

De la luz será arrojado a las tinieblas, y desterrado fuera del mundo.

Job 40:13

Sepúltalos a todos juntos debajo del polvo, y abisma sus cabezas en la fosa.

Job 5:16

No, no quedará frustrada la esperanza del mendigo, y los inicuos no osarán despegar sus labios.

Job 5:24

y verás reinar la paz y abundancia en tu morada; y no cometerás falta en el gobierno de tu dichosa casa.

Salmos 1:6

Porque conoce el Señor y premia el proceder de los justos; mas la senda de los impíos terminará en la perdición.

Salmos 105:37

Y sacó a Israel cargado de oro y plata, sin que hubiese un enfermo en todas sus tribus.

Salmos 121:3

No permitirá que resbalen tus pies, oh alma mía, ni se adormecerá aquel que te está guardando.

Salmos 121:5

El Señor es el que te custodia; el Señor está a tu lado para defenderte.

Salmos 121:8

El Señor te guardará en todos los pasos de tu vida, desde ahora y para siempre.

Salmos 145:20

El Señor defiende a todos los que lo aman y exterminará a todos los pecadores.

Salmos 31:17

¡Oh Señor!, no quede yo confundido ya que te he invocado. Queden, sí, avergonzados los impíos, y sean derribados al profundo.

Salmos 37:28

Porque el Señor ama lo justo, y no desampara a sus santos; eternamente serán protegidos. Los injustos serán castigados; y perecerá la raza de los impíos.

Salmos 94:18

Si yo, ¡oh Señor!, te decía: Mi pie va a resbalar, acudía a sostenerme tu misericordia.

Salmos 97:10

¡Oh vosotros, los que amáis al Señor!, aborreced el mal. El Señor guarda las almas de sus santos; las librará de las manos del pecador.

Proverbios 16:9

El corazón del hombre forma sus designios; mas del Señor es el dirigir sus pasos.

Proverbios 2:8

como que es el que defiende las sendas de los justos, y dirige los pasos de los santos.

Proverbios 3:26

pues el Señor estará a tu lado y guiará tus pasos, a fin de que no seas presa de ellos.

Eclesiastés 5:17

Todos los días de su vida ha comido a oscuras, y en medio de muchos cuidados con mezquindad y melancolía.

Eclesiastés 9:11

Volví mi consideración a otro asunto, y observé que debajo del sol ni la ventaja en la carrera es de los ligeros, ni de los valientes la victoria en la guerra; ni el pan para los sabios; ni para los doctos las riquezas; ni de los peritos en las artes es el crédito; sino que todo se hace como por azar y a la ventura.

Isaías 27:3

No hay en mí enojo contra ella; ¿quién podrá hacer que sea yo como una espina o zarza que la punce? ¿Saldré yo quizá a pelear contra ella; la entregaré también a las llamas?

Isaías 47:5

Tú, ¡oh hija de los caldeos!, infeliz Babilonia, guarda un mudo silencio, y escóndete en las tinieblas; porque ya no te llamarán más la señora de los reinos.

Jeremías 8:14

¿Por qué nos estamos aquí quietos?, dirán ellos, juntémonos y entremos en la ciudad fuerte, y estémonos allí callando; puesto que el Señor Dios nuestro nos ha condenado al silencio, y nos ha dado a beber agua de hiel por haber pecado contra el Señor.

Jeremías 9:23

Esto dice el Señor: No se gloríe el sabio en su saber; ni se gloríe el valeroso en su valentía, ni el rico se gloríe en sus riquezas;

Nahum 1:8

El destruirá como con una inundación impetuosa la corte o capital de aquella nación; y las tinieblas de la calamidad perseguirán a los enemigos del Señor.

Sofonías 1:15

Día de ira aquel, día de tribulación y de congoja, día de calamidad y de miseria, día de tinieblas y de oscuridad, día de nublados y de tempestades,

Zacarías 4:6

Entonces me respondió él, y me dijo: Esta es la palabra que el señor dice a Zorobabel: No ha de ser por medio de un ejército, ni con la fuerza, sino por la virtud de mi espíritu, dice el Señor de los ejércitos.

Números 6:24

El Señor te bendiga y te guarde.

Mateo 8:12

mientras que los hijos del reino serán echados fuera, a las tinieblas; allí será el llanto, y el crujir de dientes.

Romanos 3:19

Pero sabemos que cuantas cosas dice la ley, todas las dirige a los que profesan la ley a fin de que toda boca enmudezca, y todo el mundo, así judíos como gentiles, se reconozca reo delante de Dios;

Deuteronomio 33:3

El Señor amó a los pueblos: bajo su mano protectora están todos los santos, y aquellos que se sientan a sus pies, recibirán sus instrucciones y doctrinas.

1 Pedro 1:5

Esto es lo que debe transportaros de gozo, si bien ahora por poco tiempo conviene que seáis afligidos con varias tentaciones,

2 Pedro 2:17

porque profiriendo discursos pomposos llenos de vanidad, atraen con el cebo de apetitos carnales de lujuria a los que poco antes habían huido de la compañía de los que profesan el error,

Judas 1:1

La misericordia, y la paz, y la caridad sean colmadas en vosotros.

Judas 1:13

También profetizó de éstos Enoc, que es el séptimo a contar desde Adán, diciendo: Mirad que viene el Señor con millares de sus santos,

Judas 1:3

Porque se han entrometido con disimulo ciertos hombres impíos (de quienes estaba ya muy de antemano predicho que vendrían a caer en este juicio o condenación), los cuales cambian la gracia de nuestro Dios en una desenfrenada licencia, y reniegan, o renuncian, a Jesucristo, nuestro único soberano y Señor.

1 Samuel 25:26

Ahora pues, mi señor, vive Dios, y vive tu alma, que el Señor es quien te ha estorbado, haciéndome salir a mí, el derramar sangre, y te ha detenido la mano. Que sean desde luego tan débiles como Nabal tus enemigos, y cuantos maquinan contra mi señor.