Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





1 Reyes 21:3 - Biblia Torres Amat 1825

3 Le respondió Nabot: Dios me libre de darte yo la heredad de mis padres.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

3 Y Nabot respondió a Acab: Guárdeme Jehová de que yo te dé a ti la heredad de mis padres.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Pero Nabot respondió: —El Señor me libre de entregar la herencia que me dejaron mis antepasados.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Nabot respondió a Ajab: '¡Líbreme Yavé de abandonar la herencia de mis padres!'

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

3 Pero Nabot dijo a Acab: ¡Guárdeme YHVH de darte la heredad de mis padres!

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Pero Nabot respondió a Ajab: '¡Líbreme Yahveh de entregarte la heredad de mis padres!'.

Gade chapit la Kopi




1 Reyes 21:3
22 Referans Kwoze  

Respondió José: Líbreme Dios de hacer tal cosa; el que robó mi copa, ése sea mi esclavo; mas vosotros id libres a vuestro padre.


Mas ellos respondieron: ¿Por qué habla así mi señor, como si sus siervos hubiesen cometido una maldad tan grande?


diciendo: Lejos de mí hacer tal cosa en presencia de mi Dios, que yo beba la sangre de estos hombres que con riesgo de sus vidas me han traído esta agua. Por cuya causa no quiso beberla. Esto hicieron aquellos tres esforzadísimos varones.


Lejos de mí teneros por justos; hasta que fallezca no desistiré de defender mi inocencia.


No tomará el príncipe por la fuerza cosa alguna de la heredad del pueblo, y de cuanto éste posea; sino de sus propios bienes dará una herencia a sus hijos, para que ninguno de mi pueblo sea despojado de sus posesiones.


La tierra asimismo no se venderá para siempre, por cuanto es mía, y vosotros sois advenedizos y colonos míos.


a fin de que no vengan a confundirse las posesiones de los hijos de Israel, pasando de tribu en tribu. Así que todos los hombres en este caso tomarán mujeres de su tribu y linaje,


y no se mezclen entre sí las tribus, sino que queden, ni más ni menos,


Luego nosotros, dirá alguno, ¿destruimos la ley de Moisés por la fe en Jesucristo? No hay tal, antes bien confirmamos la ley.


siendo Dios, como es, veraz, y mentiroso todo hombre según aquellos que David dijo a Dios: A fin de que tú seas reconocido fiel en tus palabras, y salgas vencedor en los juicios que de ti se hacen.


Nada menos. Porque si así fuese, ¿cómo sería Dios el juez del mundo?


¿Mas qué?, ¿pecaremos, ya que no estamos sujetos a la ley, sino a la gracia? No lo permita Dios.


No lo permita Dios. Porque estando ya muertos al pecado, ¿cómo hemos de vivir aún en él?


Pero qué, ¿lo que es en sí bueno, me ha causado a mí la muerte? Nada menos. Sino que el pecado, o la concupiscencia, es el que, habiéndome causado la muerte por medio de una cosa buena, cual es la ley, ha manifestado lo venenoso que él es; de manera que por ocasión del mismo mandamiento se ha hecho el pecado sobremanera maligno.


Esto supuesto, ¿qué diremos? ¿Es la ley la causa del pecado? No digo tal. Pero sí que no acabé de conocer el pecado, sino por medio de la ley; de suerte que yo no hubiera advertido la concupiscencia mía, si la ley no dijera: No codiciarás.


¿No sabéis que vuestros cuerpos son parte de Cristo nuestra cabeza? ¿He de abusar yo de los miembros de Cristo , para hacerlos miembros de una prostituta? No lo permita Dios.


A mí líbreme Dios de gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo; por quien el mundo está muerto y crucificado para mí, como yo lo estoy para el mundo.


Guárdenos el cielo de tal maldad que nos apartemos del Señor, y dejemos de seguir sus pasos, erigiendo un altar para ofrecer holocaustos, sacrificios y víctimas, fuera del altar del Señor Dios nuestro que está erigido delante de su Tabernáculo.


Respondió el pueblo y dijo: Lejos de nosotros el abandonar al Señor y servir a dioses ajenos.


Por lo demás lejos de mí cometer tal pecado contra el Señor, que yo cese nunca de rogar por vosotros; yo os enseñaré siempre el recto y buen camino.


y dijo a sus compañeros: No permita el Señor que jamás haga yo tal cosa contra mi señor, contra el ungido del Señor, de extender mi mano contra él, siendo como es el ungido del Señor.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite