1 Reyes 19:2 - Biblia Torres Amat 18252 Y envió Jezabel a decir a Elías: Trátenme los dioses con todo su rigor, si mañana a estas horas no te hiciere pagar con tu vida la que quitaste a cada uno de aquellos profetas. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 19602 Entonces envió Jezabel a Elías un mensajero, diciendo: Así me hagan los dioses, y aun me añadan, si mañana a estas horas yo no he puesto tu persona como la de uno de ellos. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente2 Entonces Jezabel le mandó este mensaje a Elías: «Que los dioses me hieran e incluso me maten si mañana a esta hora yo no te he matado, así como tú los mataste a ellos». Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)2 Jezabel mandó a decir a Elías: 'Que los dioses me maldigan una y otra vez si mañana, a la misma hora, no he acabado contigo como tú lo hiciste con ellos'. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion2 Entonces Jezabel envió un mensajero a Elías, diciendo: ¡Así me hagan los dioses, y aun me añadan, si mañana a esta hora no he hecho tu vida como la vida de uno de ellos! Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 19752 Entonces Jezabel envió un mensajero a Elías con este aviso: 'Esto me hagan los dioses y esto me añadan, si mañana a estas horas no hago contigo igual que se hizo con cada uno de aquéllos'. Gade chapit la |
Volviéndose los mensajeros, llevaron a Benadad esta respuesta; el cual los despachó nuevamente, diciendo por medio de ellos a Acab: Háganme los dioses no bien, sino mucho mal, si todo el polvo o tierra de Samaria ha de ser bastante para que repartido entre mis soldados le quepa a cada uno un puñado.
El hecho es que oí las maldiciones de muchos, y el terror se apoderó de mí por todos lados: Perseguidle, persigámosle, oí que decían todos aquellos mismos que vivían en paz conmigo, y estaban a mi lado; observemos si comete alguna falta; que en tal caso, prevaleceremos contra él y tomaremos de él venganza.
Ahora, pues, si estáis dispuestos a obedecer, al punto que oigáis el sonido de la trompeta, de la flauta, del arpa, de la zampoña, y del salterio, y de la sinfonía, y de todo género de instrumentos músicos, postraos, y adorad la estatua que yo he hecho; pero si no la adoráis, al instante seréis arrojados en el horno ardiente de fuego. ¿Y cuál es el dios que os librará de mi mano?