Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





1 Reyes 18:21 - Biblia Torres Amat 1825

21 Entonces Elías acercándose a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo habéis de ser como los que cojean hacia dos lados? Si el Señor es Dios, seguidle; y si lo es Baal, seguid a Baal. Mas el pueblo no le respondió palabra.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

21 Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

21 Elías se paró frente a ellos y dijo: «¿Hasta cuándo seguirán indecisos, titubeando entre dos opiniones? Si el Señor es Dios, ¡síganlo! Pero si Baal es el verdadero Dios, ¡entonces síganlo a él!». Sin embargo, la gente se mantenía en absoluto silencio.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

21 Entonces Elías se acercó al pueblo y dijo: '¿Hasta cuándo saltarán de un pie al otro? Si Yavé es Dios, síganlo; si lo es Baal, síganlo'. El pueblo no respondió.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

21 Y Elías se acercó a todo el pueblo, y dijo: ¿Hasta cuándo andaréis cojeando en dos muletas?° Si YHVH es Ha-’Elohim, seguidle; y si lo es Baal, seguidle a él. Pero el pueblo no le respondió palabra.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

21 Entonces Elías se presentó ante todo el pueblo y les dijo: '¿Hasta cuándo vais a andar cojeando de un lado y de otro? Si Yahveh es Dios, seguidlo; si lo es Baal, id tras él'. Pero el pueblo no respondió palabra.

Gade chapit la Kopi




1 Reyes 18:21
27 Referans Kwoze  

A esto respondieron Labán y Batuel: Obra es ésta del Señor; de ningún modo podemos oponernos a lo que es conforme a su voluntad.


Al cual contestó Judá: ¿Qué responderemos a mi señor?; ¿o qué hablaremos, ni de qué modo podremos justificarnos? Dios ha manifestado la ocasión de castigar la iniquidad de tus siervos; esclavos somos todos ya de mi señor, tanto nosotros como aquel en cuyo poder se ha encontrado la copa.


Envió, pues, Acab a llamar a todos los hijos de Israel, y congregó a todos los profetas de Baal en el monte Carmelo.


Visto lo cual por todo el pueblo, se postraron todos sobre sus rostros, diciendo: El Señor es el Dios, el Señor es el Dios verdadero.


Recibieron, pues, dichas gentes el culto del Señor; pero continuaron como antes en servir a sus ídolos; y lo que hicieron sus padres, eso mismo hacen hasta hoy día sus hijos y nietos.


Ahora, pues, oh Señor, tú eres Dios infalible, y tú has prometido a tu siervo tan grandes favores,


y le rogó y suplicó intensamente, y el Señor oyó su oración, y lo restituyó a Jerusalén en su reino; y acabó de conocer Manasés que el Señor es el solo Dios.


Tened entendido que el Señor es el único Dios. El es el que nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos. ¡Oh tú, pueblo suyo!, vosotros ovejas a quien él apacienta,


Aborrecí los impíos; y amé tu santa ley.


Está dividido su corazón, y perecerán luego. Les hará el Señor pedazos sus simulacros, y derrocará sus altares.


y a aquellos que adoran sobre los terrados la milicia o astros del cielo, y adoran y juran por el Señor y por Melcom,


Y le dijo: Amigo, ¿cómo has entrado tú aquí sin vestido de boda? Pero él enmudeció.


Pero los fariseos, informados de que había tapado la boca a los saduceos, se unieron;


Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la ley?


Nadie puede servir a dos señores; porque o tendrá aversión al uno y amor al otro, o si se sujeta al primero, mirará con desdén el segundo. No podéis servir a Dios y a las riquezas.


Así que fue de día, llamó a sus discípulos, y escogió doce de entre ellos (a los cuales dio el nombre de apóstoles), a saber:


Pero sabemos que cuantas cosas dice la ley, todas las dirige a los que profesan la ley a fin de que toda boca enmudezca, y todo el mundo, así judíos como gentiles, se reconozca reo delante de Dios;


para que supieras que el Señor es el verdadero Dios, y que no hay otro Dios sino él.


Pero si os parece malo el servir al Señor, libres sois: escoged hoy, según lo que más os agrade, a quien debéis antes servir, si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres en Mesopotamia, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; que yo y mi casa serviremos al Señor.


Porque Samuel habló a toda la casa de Israel, diciéndole: Si de todo corazón os convertís al Señor, arrojad de en medio de vosotros los dioses ajenos, los Baales y los Astarot; y preparad vuestros corazones para el Señor, y servidle a él solo, y os libertará del poder de los filisteos.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite