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1 Reyes 16:34 - Biblia Torres Amat 1825

34 En su tiempo Hiel, natural de Betel reedificó Jericó ; cuando echó los cimientos, perdió a Abiram su primogénito; y cuando colocó las puertas, murió Segub, el último de sus hijos; conforme a lo que había predicho el Señor por boca de Josué, hijo de Nun.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

34 En su tiempo Hiel de Bet-el reedificó a Jericó. A precio de la vida de Abiram su primogénito echó el cimiento, y a precio de la vida de Segub su hijo menor puso sus puertas, conforme a la palabra que Jehová había hablado por Josué hijo de Nun.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

34 Fue durante su reinado que Hiel, un hombre de Betel, reconstruyó Jericó. Poner los cimientos le costó la vida a su hijo mayor, Abiram; terminar la obra y colocar las puertas le costó la vida a su hijo menor, Segub. Todo esto sucedió de acuerdo con el mensaje de parte del Señor acerca de Jericó transmitido por Josué, hijo de Nun.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

34 En su tiempo, Jiel de Betel refundó Jericó. Puso sus cimientos a costa de su primogénito Abiram, y cuando instaló las puertas, sacrificó a su segundo hijo Segub, según la palabra que había dicho Yavé por medio de Josué, hijo de Nun.

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La Biblia Textual 3a Edicion

34 En ese tiempo Hiel de Bet-’El reedificó Jericó: a costa de Abiram su primogénito puso los cimientos, y a costa de Segub su hijo menor levantó sus puertas, conforme a la palabra que YHVH había hablado por medio de Josué ben Nun.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

34 En su tiempo, Jiel de Betel reedificó Jericó. A costa de la vida de Abirán, su primogénito, echó sus cimientos, y a costa de la vida de Seguib, su hijo menor, puso las puertas, conforme al oráculo que Yahveh había pronunciado por medio de Josué, hijo de Nun.

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1 Reyes 16:34
6 Referans Kwoze  

Lo que sabido por David, envió luego a encontrarlos, porque se hallaban sumamente avergonzados, y a decirles: Deteneos en Jericó , hasta que os crezca la barba, y entonces volveréis.


Hijos de Jericó , trescientos cuarenta y cinco.


¿Y dónde están ya vuestros padres? ¿Y acaso los profetas vivirán para siempre?


El cielo y la tierra pasarán; pero mis palabras no pasarán.


Maldito sea del Señor quien levantare y reedificare la ciudad de Jericó : muera su primogénito cuando eche sus cimientos, y perezca el postrero de sus hijos así que asiente las puertas.


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