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1 Pedro 5:8 - Biblia Torres Amat 1825

8 Resistidle firmes en la fe, sabiendo que la misma tribulación padecen vuestros hermanos, cuantos hay en el mundo.

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Biblia Reina Valera 1960

8 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 ¡Estén alerta! Cuídense de su gran enemigo, el diablo, porque anda al acecho como un león rugiente, buscando a quién devorar.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Sean sobrios y estén vigilantes, porque su enemigo, el diablo, ronda como león rugiente buscando a quién devorar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Sed sobrios, velad, que vuestro adversario° el diablo anda como león rugiente, buscando a quien devorar.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Sed sobrios, velad. Vuestro enemigo, el diablo, como león rugiente, ronda buscando a quién devorar.

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1 Pedro 5:8
61 Referans Kwoze  

Dijo entonces Ester: Nuestro perseguidor y enemigo es ese perversísimo Amán. Al oír esto Amán, se quedó yerto de repente, no pudiendo sufrir las terribles miradas del rey y la reina.


Y le dijo el Señor a Satanás: ¿De dónde vendrás tú? El cual le respondió: He dado la vuelta por la tierra, y la he recorrido toda.


Rugen en busca de presa los cachorros de los leones, y claman a Dios por el alimento.


Sujétale, Señor, al dominio del pecador, y esté el diablo a su derecha.


Como el rugido del león, tal es la ira del rey; mas su rostro placentero es cual rocío que desciende sobre la hierba.


Como el rugido del león, así infunde terror la ira del rey; peca contra su propia vida quien lo irrita.


León rugiente y oso hambriento, es un príncipe impío que reina sobre un pueblo pobre.


A mi lado está el Dios, que me justifica; ¿quién se me opondrá? Presentémonos juntos en juicio: ¿quién es mi adversario?; lléguese a mí.


Rugieron contra él los leones, y dieron bramidos; su país lo redujeron a un páramo, quemadas han sido sus ciudades, y no hay una sola persona que habite en ellas.


Rugirán los caldeos todos a una como leones; sacudirán sus melenas como vigorosos leoncitos.


aprendió a dejar viudas las mujeres y a convertir en desierto las ciudades; y al estruendo de sus rugidos quedó desolado todo el país.


En medio de ella hay una conjuración de falsos profetas. Como león rugiente que arrebata la presa, así han devorado las almas, han recibido ricas pagas, y han aumentado en ellas las viudas.


Luego por orden del rey fueron traídos aquellos que habían acusado a Daniel, y fueron echados en el lago de los leones ellos, y sus hijos, y sus mujeres; y aun no habían llegado al suelo del lago, cuando ya los leones los arrebataron, y desmenuzaron todos sus huesos.


Ellos seguirán al Señor, cuando él ruga como león. Rugirá el Señor, y causará asombro a los hijos del mar.


Saldré a embestirlos, como osa a quien han robado sus cachorros; y despedazaré sus entrañas hasta lo más íntimo del corazón; y allí los devoraré, como lo ejecuta un león, las fieras los destrozarán.


Y el Señor rugirá desde Sión y hará oír su voz desde Jerusalén , y se estremecerán los cielos y la tierra. Mas el Señor es la esperanza de su pueblo y la fortaleza de los hijos de Israel.


Dijo, pues: El Señor rugirá desde Sión, y hará oír su voz desde Jerusalén , y se marchitarán los más hermosos pastos, o praderas, y se agostarán las cimas del Carmelo.


¿Por ventura rugirá el león en el bosque, si no ve la presa? ¿Acaso el joven león alzará su rugido dentro de su cueva, sin que haya apresado algo?


Ruge el león de Judá: ¿Quién no temerá? El Señor Dios ha hablado, ¿quién se retraerá de profetizar?


Retumban los aullidos de los pastores o príncipes, porque destruida ha sido su grandeza; resuenan los rugidos de los leones, porque ha sido disipada la hinchazón del Jordán.


Y me hizo ver el Señor al sumo sacerdote Josué, que estaba en pie ante el ángel del Señor; y estaba Satán a su derecha para oponérsele.


El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del mundo; los segadores son los ángeles.


Velad, pues, vosotros, ya que no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.


Al mismo tiempo dirá a los que estarán a la izquierda: Apartaos de mí, malditos; id al fuego eterno, que fue destinado para el diablo y sus ángeles.


En aquella sazón, Jesús fue conducido del espíritu de Dios al desierto, para que fuese tentado allí por el diablo.


Y con esto le dejó el diablo; y he aquí que se acercaron los ángeles y le servían.


Los sembrados junto al camino, son aquellos hombres en que se siembra la palabra, y luego que la han oído, viene Satanás y se lleva la palabra sembrada en sus corazones.


Velad, pues, sobre vosotros mismos, no suceda que se ofusquen vuestros corazones con la glotonería, y embriaguez, y los cuidados de esta vida, y os sobrecoja de repente aquel día,


Velad, pues, orando en todo tiempo, a fin de merecer el evitar todos estos males venideros, y comparecer ante el Hijo del hombre.


Dijo también el Señor: Simón, Simón mira que Satanás va tras de vosotros para zarandearos, como el trigo:


Vosotros sois hijos del diablo, y así queréis satisfacer los deseos de vuestro padre; él fue homicida desde el principio ; y, nunca ha estado firme en la verdad; y así no hay verdad en él; cuando dice mentira, habla como quien es, por ser de suyo mentiroso y padre de la mentira.


a fin de que Satanás no arrebate a ninguno de nosotros, pues no ignoramos sus maquinaciones.


No deis lugar o entrada al diablo.


Revestíos de toda la armadura de Dios, para poder contrarrestar las acechanzas del diablo.


Es una verdad muy cierta, que quien desea obispado desea un buen trabajo, o un ministerio santo.


sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que hacen profesión de piedad.


Los diáconos sean esposos de una sola mujer, que gobiernen bien sus hijos y sus familias.


no dado al vino, no violento, sino moderado, no pleitista, no interesado, mas


El Señor me librará de todo pecado, y me conducirá a su reino celestial, a él sea dada la gloria por los siglos de los siglos. Amén.


adicto a las verdades de la fe, según se le han enseñado a él, a fin de que sea capaz de instruir en la sana doctrina, y argüir a los que contradijeren.


aguardando la bienaventuranza esperada, y la venida gloriosa del gran Dios y salvador nuestro Jesucristo,


así mismo que las ancianas sean de un porte ajustado y modesto, no calumniadoras, no amigas de mucho vino, que den buenas instrucciones,


a que sean honestas, castas, sobrias, cuidadosas de la casa, apacibles, sujetas a sus maridos, para que no se hable mal de la palabra de Dios.


En todas cosas muéstrate dechado de buenas obras, en la doctrina, en la pureza de costumbres, en la gravedad de su conducta,


Allegaos a Dios, y él se allegará a vosotros. Limpiad, ¡oh pecadores!, vuestras manos; y vosotros de ánimo doble, purificad vuestros corazones.


portándoos como hijos obedientes de este Señor, no conformándoos ya con los apetitos y pasiones que teníais antes en tiempo de vuestra ignorancia o infidelidad,


Pero sobre todo mantened constante la mutua caridad entre vosotros; porque la caridad cubre o disimula multitud de pecados.


Y ellos le vencieron por los méritos de la sangre del Cordero, y en virtud de la palabra de la fe que han confesado, y por la cual desamaron sus vidas hasta perderlas por obedecer a Dios.


Viéndose, pues, el dragón precipitado del cielo a la tierra, fue persiguiendo a la mujer, que había dado a luz aquel hijo varón.


Entonces oí una voz sonora en el cielo que decía: He aquí el tiempo de salvación, de la potencia, y del reino de nuestro Dios, y del poder de su Cristo ; porque ha sido ya precipitado del cielo el acusador de nuestros hermanos, que los acusaba día y noche ante la presencia de nuestro Dios.


y el falso profeta serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.


Y agarró al dragón, esto es, a aquella serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y le encadenó por mil años.


Bajó, pues, Sansón con su padre y madre a Tamnata; y al llegar a las viñas de la ciudad, se dejó ver un león cachorro, feroz y rugiendo, el cual arremetió contra él.


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