5 La repartición de los oficios, entre ambas familias la hizo por suertes; porque así los descendientes de Eleazar como los de Itamar, eran príncipes del santuario y príncipes de Dios.
5 Los repartieron, pues, por suerte los unos con los otros; porque de los hijos de Eleazar y de los hijos de Itamar hubo príncipes del santuario, y príncipes de la casa de Dios.
5 Todas las tareas se asignaban a los diversos grupos mediante un sorteo sagrado, para no mostrar ninguna preferencia, ya que había muchos funcionarios capacitados que servían a Dios en el santuario entre los descendientes de Eleazar y los de Itamar.
5 Los repartieron por suertes a unos y otros; porque había jefes sagrados y jefes divinos, tanto entre los hijos de Eleazar como entre los hijos de Itamar;'
5 Así fueron repartidos por sorteo los unos y los otros, porque tanto de los hijos de Eleazar como de los hijos de Itamar hubo príncipes del Santuario y príncipes de Dios.°
5 Unos y otros fueron clasificados por sorteo, pues había entre ellos jefes del santuario y jefes de Dios, tanto entre los descendientes de Eleazar como entre los de Itamar.
Y éstos también echaron suertes a imitación de sus hermanos los hijos de Aarón, en presencia del rey David, y de Sadoc, y de Ahimelec, y de los príncipes o cabezas de las familias sacerdotales y levíticas; desde el mayor hasta el menor, todos igualmente fueron distribuidos por suerte, en veinticuatro clases de levitas.
Pero se halló que era en mucho mayor número las cabezas de familias descendientes de Eleazar, que las de Itamar. Por eso a los descendientes de Eleazar los dividió en dieciséis familias con una cabeza para cada familia, y a los de Itamar en ocho familias.
También sus oficiales o magnates presentaron lo que espontáneamente habían ofrecido, tanto al pueblo como a los sacerdotes y levitas. Además Helcías sumo sacerdote, y Zacarías, y Jahiel, principales de la casa del Señor, dieron a los sacerdotes para celebrar la Pascua entre unas y otras dos mil seiscientas reses menores, y trescientos bueyes.
En seguida se dijeron unos a otros: Venid, y echemos suertes para averiguar de dónde nos viene este infortunio. Y echaron suertes y cayó la suerte sobre Jonás .