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1 Corintios 7:10 - Biblia Torres Amat 1825

10 Pero a las personas casadas mando, no yo, sino el Señor, que la mujer no se separe del marido;

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Biblia Reina Valera 1960

10 Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 No obstante, para los que ya están casados, tengo un mandato que no proviene de mí sino del Señor. La esposa no debe dejar a su marido;

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 En cuanto a los casados, les doy esta orden, que no es mía sino del Señor: que la mujer no se separe de su marido.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Y a los que se han casado, ordeno, no yo, sino el Señor, que la mujer no se separe del marido;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Respecto de los que ya están casados hay un precepto, no mío, sino del Señor: que la mujer no se separe del marido

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1 Corintios 7:10
13 Referans Kwoze  

Pero como una mujer que desprecia al que la ama, así me ha desdeñado a mí la familia de Israel, dice el Señor.


pero yo os digo, que cualquiera que despidiere a su mujer, si no es por causa de adulterio, la expone a ser adúltera; y el que se casare con la repudiada, es asimismo adúltero.


Vinieron entonces a él unos fariseos, y le preguntaban por tentarlo si es lícito al marido repudiar a su mujer.


Cualquiera que repudia a su mujer, y se casa con otra, comete adulterio; y comételo también el que se casa con la repudiada por su marido.


que si se separa por justa causa, no pase a otras nupcias, o bien reconcíliese con su marido. Ni tampoco el marido repudie a su mujer.


Pero a los demás digo yo mi dictamen, no que el Señor lo mande, si algún hermano tiene por mujer a un infiel o idólatra, y ésta consiente en habitar con él, no la repudie.


Pero si el infiel se separa, sepárese enhorabuena; porque en tal caso ni nuestro hermano, ni nuestra hermana deben sujetarse a servidumbre; pues Dios nos ha llamado a un estado de paz y tranquilidad.


En orden a las vírgenes, precepto del Señor yo no lo tengo; doy, sí, consejo, como quien ha conseguido del Señor la misericordia de ser fiel ministro suyo.


Pero mucho más dichosa será si permaneciere viuda, según mi consejo; y estoy persuadido de que también en esto me anima el Espíritu de Dios.


Esto lo digo por condescendencia, que no lo mando.


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