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1 Corintios 6:15 - Biblia Torres Amat 1825

15 ¿No sabéis que vuestros cuerpos son parte de Cristo nuestra cabeza? ¿He de abusar yo de los miembros de Cristo , para hacerlos miembros de una prostituta? No lo permita Dios.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

15 ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los haré miembros de una ramera? De ningún modo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

15 ¿No se dan cuenta de que sus cuerpos en realidad son miembros de Cristo? ¿Acaso un hombre debería tomar su cuerpo, que es parte de Cristo, y unirlo a una prostituta? ¡Jamás!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 ¿No saben que sus cuerpos son miembros de Cristo? ¿Puedo, entonces, tomar sus miembros a Cristo para hacerlos miembros de una prostituta? ¡Ni pensarlo!

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 ¿No sabéis que vuestros cuerpos son° miembros del Mesías? ¿Quitaré, pues, los miembros del Mesías y los haré miembros de una ramera? ¡De ninguna manera!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Voy entonces a arrancar los miembros de Cristo para hacerlos miembros de prostituta? ¡Ni pensarlo!

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1 Corintios 6:15
25 Referans Kwoze  

Respondió José: Líbreme Dios de hacer tal cosa; el que robó mi copa, ése sea mi esclavo; mas vosotros id libres a vuestro padre.


Vendrá y dará muerte y perderá a estos colonos, y dará su viña a otros. Lo que oído por los príncipes de los sacerdotes, dijeron: No lo permita Dios.


así nosotros, aunque seamos muchos, formamos en Cristo un solo cuerpo, siendo todos recíprocamente miembros los unos de los otros.


Luego nosotros, dirá alguno, ¿destruimos la ley de Moisés por la fe en Jesucristo? No hay tal, antes bien confirmamos la ley.


Nada menos. Porque si así fuese, ¿cómo sería Dios el juez del mundo?


¿Mas qué?, ¿pecaremos, ya que no estamos sujetos a la ley, sino a la gracia? No lo permita Dios.


No lo permita Dios. Porque estando ya muertos al pecado, ¿cómo hemos de vivir aún en él?


Pero qué, ¿lo que es en sí bueno, me ha causado a mí la muerte? Nada menos. Sino que el pecado, o la concupiscencia, es el que, habiéndome causado la muerte por medio de una cosa buena, cual es la ley, ha manifestado lo venenoso que él es; de manera que por ocasión del mismo mandamiento se ha hecho el pecado sobremanera maligno.


Esto supuesto, ¿qué diremos? ¿Es la ley la causa del pecado? No digo tal. Pero sí que no acabé de conocer el pecado, sino por medio de la ley; de suerte que yo no hubiera advertido la concupiscencia mía, si la ley no dijera: No codiciarás.


Mas quiero también que sepáis que Cristo es el jefe y la cabeza de todo hombre, como el hombre es cabeza de la mujer, y Dios lo es de Cristo .


Vosotros, pues, sois el cuerpo místico de Cristo , y miembros unidos a otros miembros.


Las viandas son para el vientre, y el vientre para las viandas; mas Dios destruirá a aquél y a éstas; el cuerpo no es para la fornicación, sino para gloria del Señor, como el Señor para el cuerpo.


Al contrario, quien está unido con el Señor, es con él un mismo espíritu.


¿Por ventura no sabéis que vuestros cuerpos son templos del Espíritu Santo, que habita en vosotros, el cual habéis recibido de Dios, y que ya no sois de vosotros,


¿No sabéis que hemos de ser jueces hasta de los ángeles?, ¿cuánto más de las cosas mundanas?


Y si queriendo ser justificados en Cristo , venimos a ser también nosotros pecadores por no observar la antigua ley, ¿no se dirá entonces que Cristo es ministro y causa del pecado? En ninguna manera puede jamás serlo.


Luego replicaréis: ¿La ley es contra las promesas de Dios? No, por cierto. Porque si se hubiese dado una ley que pudiese vivificar o justificar, la justicia o santidad provendría realmente de la ley, y no de la fe.


A mí líbreme Dios de gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo; por quien el mundo está muerto y crucificado para mí, como yo lo estoy para el mundo.


a fin de que trabajen en la perfección de los santos en las funciones de su ministerio, en la edificación del cuerpo místico de Cristo ,


por cuanto el hombre es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la Iglesia, que es su cuerpo místico, del cual él mismo es salvador .


Porque nosotros que la componemos somos miembros de su cuerpo, formados de su carne y de sus huesos.


y no estando unido con la cabeza, que es Jesucristo, de la cual todo el cuerpo alimentado y organizado por medio de los nervios y junturas va creciendo por el aumento que es de Dios.


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