Salmos 38:2 - La Biblia Textual 3a Edicion

² Porque tus saetas se han clavado en mí, Y tu mano ha descendido sobre mí.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

² Porque tus saetas cayeron sobre mí, Y sobre mí ha descendido tu mano.

Biblia Nueva Traducción Viviente

² Tus flechas me han herido muy adentro y tus golpes me aplastan.

Biblia Católica (Latinoamericana)

² Pues tus flechas en mí se han clavado, y tu mano se ha cargado sobre mí.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

² Ah Señor, no me acuses en tu ira y en tu furor no me reprendas.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

² Porque tus saetas cayeron sobre mí, y sobre mí ha descendido tu mano.

Salmos 38:2 Referans Kwoze

Job 6:4

Porque en mí están clavadas° las saetas de ’El-Shadday, Y mi espíritu sorbe su veneno, Y los terrores de Dios se alistan contra mí en orden de batalla.

Salmos 21:12

Pues los harás huir con tus arcos,° Apuntarás contra sus rostros.

Salmos 32:4

Porque de día y de noche tu mano se agravaba sobre mí, Hasta que mi vigor se convirtió en sequedades de verano. Selah

Salmos 6:2

¡Ten piedad de mí, oh YHVH, porque desfallezco! Sáname, oh YHVH, porque mis huesos se estremecen,

Salmos 64:7

Pero ’Elohim les dispara una saeta: De pronto, ya están malheridos;

Lamentaciones 3:12

d Ha entesado su arco, y me ha puesto por blanco de sus saetas.

Deuteronomio 2:15

También la mano de YHVH se dejó sentir en ellos para dispersarlos de en medio del campamento hasta su extinción.

Rut 1:13

¿los esperaríais hasta que crecieran? ¿Os retraeríais por ellos sin tomar marido? No, hijas mías; tengo sobrada amargura por vosotras, pues la mano misma de YHVH se ha desatado contra mí.

1 Samuel 5:11

Y convocaron a todos los príncipes de los filisteos, y dijeron: ¡Sacad de aquí el Arca del Dios de Israel y enviadla de vuelta a su propio lugar, para que no nos mate a nosotros y a nuestro pueblo! Porque había un pánico mortal en toda la ciudad, y la mano de Dios se había agravado mucho allí.

1 Samuel 5:6

Y la mano de YHVH se agravó sobre los de Asdod, y los castigó y los hirió con una epidemia de hemorroides en Asdod y en todos sus alrededores.

1 Samuel 6:9

Y observaréis: Si sube por el camino de su territorio hacia Bet-semes, Él nos ha hecho este gran mal, pero si no, entonces sabremos que no es su mano la que nos ha herido, sino que nos ocurrió por accidente.