Por mano de tus mensajeros has vituperado a Adonay, y has dicho: Con la multitud de mis carros yo he escalado la cima de las montañas, a lo más inaccesible del Líbano, y de allí he cortado los cedros altos y lo mejor de sus cipreses,° y he entrado en su más remoto refugio, en su bosque más frondoso.°
Y Asa invocó a YHVH su Dios, y dijo: ¡Oh YHVH, no hay otro como Tú para ayudar, tanto al poderoso como al que no tiene fuerza! ¡Ayúdanos, oh YHVH Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos, y en tu Nombre hemos venido contra esta multitud! Oh YHVH, Tú eres nuestro Dios, ¡no prevalezca contra ti ningún mortal!
Porque tuve vergüenza de pedir al rey infantería y caballería que nos protegiera del enemigo en el camino, porque habíamos hablado al rey, diciendo: La mano de nuestro Dios está a favor de todos los que lo buscan, pero su poder y su ira están contra todos los que lo abandonan.
Y salieron éstos, y con ellos todos sus ejércitos: una gran muchedumbre como la arena que hay a la orilla del mar, con muchísimos caballos y carros de guerra.
Entonces David respondió al filisteo: Tú vienes contra mí con espada y lanza y jabalina, pero yo voy contra ti en el nombre de YHVH Sebaot, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado.