Lamentaciones 3:56 - La Biblia Textual 3a Edicion

⁵⁶ q Y oíste mi voz: ¡No cierres tu oído al clamor de mis suspiros!

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁵⁶ Oíste mi voz; no escondas tu oído al clamor de mis suspiros.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁵⁶ Me oíste cuando clamé: «¡Escucha mi ruego! ¡Oye mi grito de socorro!».

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁵⁶ Oye mi grito: no cierres tu oído a mi oración.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁵⁶ Has oído mi voz: ¡no cierres tus oídos a mis gemidos y clamores!

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

⁵⁶ Oíste mi voz; no escondas tu oído a mi suspiro, a mi clamor.

Lamentaciones 3:56 Referans Kwoze

2 Crónicas 33:13

Y oró a Él y le suplicó, y Él se mostró favorable y oyó su súplica, y lo hizo volver a Jerusalem, a su reino. Y Manasés reconoció que sólo YHVH es Ha-’Elohim.

2 Crónicas 33:19

Y su oración, y cómo fue atendido, y todo su pecado, su infidelidad, y los sitios donde edificó lugares altos y erigió aseras y otras imágenes esculpidas, antes de humillarse, he aquí están escritos en los registros de los Hozai.°

Job 34:28

Haciendo que llegue a Él el clamor del pobre, Y oiga el clamor de los afligidos.

Salmos 3:4

Con mi voz clamé a YHVH, Y Él me respondió desde su Santo Monte. Selah

Salmos 34:6

z Este pobre clamó, y YHVH lo escuchó, Y lo libró de todas sus angustias.

Salmos 5:2

Atiende a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, porque a ti oraré.

Salmos 5:3

Oh YHVH, oirás mi voz de mañana, De mañana la presentaré ante ti, Y esperaré.°

Salmos 55:1

Al director del coro. Sobre Neguinot. Maskil de David. Oh ’Elohim, oye mi oración, Y no te escondas de mi súplica.

Salmos 55:18

Y en paz redimirá mi alma del ataque en contra mío.° Aunque contra mí haya muchos,

Salmos 55:2

Atiéndeme y respóndeme; Me lamento en mi meditación, y estoy conturbado,

Salmos 66:19

Pero ciertamente me escuchó ’Elohim, Y atendió a la voz de mi súplica.

Isaías 38:5

Ve y di a Ezequías: YHVH, Dios de David tu padre dice así: He oído tu oración y visto tus lágrimas. He aquí, añado a tus días otros quince años.

Daniel 9:17

Ahora pues, Dios nuestro, oye la oración de tu siervo y sus ruegos, y haz que tu rostro resplandezca sobre tu Santuario asolado, por amor de ti mismo, ¡oh Adonay!

Romanos 8:26

Y asimismo, también el Espíritu ayuda nuestra debilidad, pues no sabemos qué orar° como conviene, pero el mismo Espíritu intercede° con gemidos indecibles;