26 Más tarde, el hombre se trasladó a la tierra de los hititas, donde estableció una ciudad a la que llamó Luz. Este nombre lo conserva hasta el día de hoy.
26 Se encaminó aquel hombre al país de los hititas, donde edificó una ciudad a la que impuso el nombre de Luz. Es el nombre que tiene hasta el día de hoy.
Porque Adonay° había hecho oír en el campamento de los sirios estruendo de carros, y ruido de caballos, y estrépito de un gran ejército; y cada uno había dicho a su compañero: ¡He aquí el rey de Israel ha tomado a sueldo contra nosotros a los reyes de los hititas y a los reyes de Egipto para que vengan contra nosotros!
Traían de Egipto un carro por seiscientas piezas de plata, y un caballo por ciento cincuenta. Por medio de ellos también los adquirían todos los reyes de los hititas y los reyes de Siria.
Pero Manasés no desposeyó a los de Betseán, ni a los de sus aldeas, ni a los de Taanac y a sus aldeas, ni a los habitantes de Dor y a sus aldeas, ni a los habitantes de Ibleam y a sus aldeas, ni a los habitantes de Meguido y a sus aldeas, sino que los cananeos persistieron en habitar en aquella tierra.