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Ezequiel 40:22 - La Biblia Textual 3a Edicion

22 Sus ventanas, las arcadas y sus palmas medían conforme a la medida de la puerta que miraba al oriente. Se subía a ella por siete gradas, delante de las cuales estaba la columnata.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

22 Y sus ventanas y sus arcos y sus palmeras eran conforme a la medida de la puerta que estaba hacia el oriente; y se subía a ella por siete gradas, y delante de ellas estaban sus arcos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

22 Las ventanas, la antesala y las decoraciones de palmeras eran idénticas a las de la entrada oriental. Había siete escalones que conducían a la puerta de la entrada y la antesala estaba situada en el extremo interior del pasillo de la entrada.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

22 Las ventanas, el vestíbulo y las palmas tenían la misma dirección que las del pórtico del este; se llegaba a ellas por siete escalones y el vestíbulo daba al interior.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 Sus saeteras, su vestíbulo y sus figuras de palmeras eran de la misma medida que los del pórtico que mira a oriente. Se subía a él por una escalinata de siete gradas, y su vestíbulo estaba por la parte de dentro.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

22 Y sus ventanas, y sus arcos, y sus palmeras, eran conforme a la medida de la puerta que estaba hacia el oriente; y subían a ella por siete gradas; y delante de ellas estaban sus arcos.

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Ezequiel 40:22
17 Referans Kwoze  

y en todas las paredes alrededor de la Casa, en el interior y en el exterior, talló bajorrelieves de querubines, de palmeras y de flores abiertas.


y las dos puertas eran de madera de olivo, en las cuales talló bajorrelieves de querubines, de palmeras y de flores abiertas, que recubrió de oro, e hizo laminar el oro sobre los querubines y las palmeras.


Talló asimismo en ellas querubines, palmeras y flores abiertas, y las recubrió de oro ajustado a los grabados.


Sobre las planchas de sus soportes y de sus marcos grabó querubines, leones y palmeras, según el espacio de cada uno, con molduras en derredor.


Había tres hileras de ventanas, una ventana frente a otra, en grupos de tres.


La nave principal la cubrió con madera de ciprés, y la recubrió del mejor oro, y la adornó con° palmas y cadenas esculpidas.


Había ventanas anchas por dentro y angostas por fuera, que daban hacia los aposentos en el interior y alrededor de la puerta. Igualmente, su vestíbulo tenía ventanas alrededor y hacia el interior, y en cada pilar había palmas esculpidas.


La puerta y sus arcadas tenían ventanas alrededor, como las otras ventanas. El largo era de cincuenta codos y el ancho de veinticinco codos.


Sus gradas eran de siete peldaños, con sus arcadas delante de ellas, y tenía palmas esculpidas sobre sus pilares a uno y otro lado.


Sus aposentos y sus pilares y sus arcadas eran conforme a esas medidas: Cincuenta codos de largo, y veinticinco codos de ancho; y había ventanas y arcadas todo en derredor.


Sus arcadas estaban orientadas hacia el atrio exterior, las palmas esculpidas estaban sobre sus pilares, y sus gradas eran de ocho peldaños.


Sus arcadas estaban orientadas hacia el atrio exterior, las palmas esculpidas estaban sobre sus pilares a uno y otro lado, y sus gradas eran de ocho peldaños.


Sus pilares daban al atrio exterior, y las palmas esculpidas estaban sobre los pilares a uno y otro lado, y sus gradas eran de ocho peldaños.


La longitud del pórtico era de veinte codos, y el ancho de once codos, al cual se subía por gradas. Y junto a los pilares había dos° columnas, una de un lado y otra de otro.


Después fue a la puerta que mira al oriente, y subió por sus gradas, y midió el umbral de la puerta: una caña de ancho, y el segundo umbral: una caña de ancho.


Por tanto, dejando los principios elementales de la palabra del Mesías, avancemos a la perfección, no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, y de fe en Dios,


Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de toda nación y tribu, y pueblos y lenguas, que estaban en pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos de ropas blancas, con palmas en sus manos.


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